sábado, 12 de diciembre de 2009

La casa en los ojos




Desde los castaños floridos
de la avenue Bosquet
vienen los flamboyanes
de la avenida habanera
Entre las flores blancas
y las hojas que desaparecen
cada invierno parisino
del castaño
y las flores rojas y las
Hojas que regresan a los
flamboyanes cada verano
cruzàronse los sueños
y las nostalgias recíprocas
Se unen en la noche
las corrientes distintas
del Almendares exiguo
y el Sena vigoroso
En la proximidad de las aguas
el eterno revolotear de los gorriones
Y el silencio mismo
que viene de mi pueblo llano
cuando los ciclistas
reposan sus caballos de rueda
y los carretones deshacen el yugo
de los caballos de herraduras
para que sólo se oigan
las escaramuzas del viento
en las palmeras y las ceibas
extiendan su mirada en el parque
Y así va revelándose
otro paisaje menos monótono
en la avenue Bosquet
de flamboyanes y ciclistas
caballos y palmeras
Una geografía desquiciada
que sobresalta el tedio del vecino
y divierte la certeza
de tener la casa definitiva
En los ojos

domingo, 22 de noviembre de 2009

El único accidente nombrable




La tierra da una vuelta y otra más,
los días pasan, os empujo sin piedad
como si no fueran a acabarse, como un don
propio, particular, de gran sacerdotisa
descubridora al fin de los días del vivir
los de esperar alguna cosa buena
un simple gesto de interés, un canto,
la punta fina de una locura nueva
ese aìre tenso y dulcede cualquier comienzo
los días diferentes del pasar
ese tiempo que transcurre sin sentido
predecesor tan solo de sucesos venideros.

La tierra gira siempre y apenas te percatas
si se produce el único accidente nombrable
más que el éxito o el poder, gemelos desiguales,
es el amor quien establece los horarios
el que funda las estaciones pavorosas
de vivir o pasar

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Epístola III



Fragmento novela Las dudas del fuego. Editorial Índigo, Paris, 2001

Querida amiga múltiple (no me voy a romper la cabeza tratando de recordar la extensión de tu nombradía) . Tu carta de respuesta tiene la coherencia aparente de una persona cuerda, como diría Ina, pero en su esencia es totalmente disparatada, como en los buenos tiempos en que nos reuníamos y formábamos el Círculo de la esperanza. Nunca entendí por que suprimiste aquellas buenas sesiones mayéuticas, espiritistas, espirituales. Es cierto que en El Vedado no hubieran tenido el mismo sabor de Calzada del Cerro, entre Patria y Sarabia, pero hubieran tenido otro encanto de haberlas celebrado en tu terraza de 23 e I mirando el mar y los vaivenes de la Rampa. Pensé que la entrada triunfal al Partido, a pesar de la oposición que hicieron los enemigos, no de clase, sino, llamémosle, de tu creativisima fantasía y de tu fantástica honestidad, te había llevado a hacer votos de obedecencia; pero tu carta me ha devuelto la tranquilidad. Si es el Período especial el causante de que vuelvas a ser la que fuiste, le daré vivas y soportaré las penurias con mayor resignación. O quizás ocurra que te tomó tiempo digerir el cataclismo y al fin ya lo trascendiste. Volverás a escribir entonces. No tengo que consultar a ningún oráculo para saberlo. Esa investigación sobre los cambios operados en la vida de las gentes por el Período especial me huele a que has vuelto a encaramarte en el carrusel de la literatura. Espero que ahora, que parece haber llegado el tiempo de las flexibilidades infinitas, ningún extremista te haga acusaciones injustas y dañinas. Mira todo lo que hemos tenido que pasar para volver al punto de partida. Las putas y los putos en cada puerta de hotel para extranjeros, los gusanos que se fueron manteniendo a la familia que quedó en Cuba, otra vez los anuncios en inglés y nuevamente una revolución se nos fue a bolina, como dijo Raúl Roa de la del 30. ¿Acaso el destino de la isla es ése? ¿Es que el vaticinio del ilustre José Antonio Saco se cumplirá inexorablemente? O peor, el de la fruta madura. ¿Cómo quieres que me sienta? A mí no me visitan extraterrestres, ni hablo con los muertos, ni con los orishas. La realidad me agrede a cada hora, mientras mis mejores sueños se desangran apuñaleados por una traición. ¿Quién es el traidor? Eso es lo que busco. ¿Qué pasó en este mundo? ¿Quién alentó el maleficio planetario? Para esto murió mi padre en el Escambray, en la lucha contra bandidos, y el padre de mi hijo en Angola. ¿Dónde está la verdad? ¿Quién la tiene? Mientras nosotros pasábamos escaseces y sacrificios en pos de un sueño, el mundo seguía siendo el mismo. ¿Quiénes estábamos equivocados Los que se fueron para Miami y ahora tienen comida, jabón y desodorante mientras nosotros nos debatimos en la indigencia. Trato de pintar para salvarme de la locura y la desesperación . Y ¿qué me sale? Además de barbas, el mar tormentoso, volcanes en erupción, monstruos. Puro realismo socialista. Mejor no sigo. Me doy cuenta que destilo amargura y ese no es mi mejor estilo. En momentos así, no puedo complacer tu sugerencia de sembrar frutales porque saldrían ácidos y perderían la magia del dulzor que los hace paradisíacos. ¿Es por ahí por donde anda tu profecía? ¿Es algún mensaje del extraterrestre o de los orishas? Cuando leí tu carta me hizo mucha gracia lo de la metamorfosis, pero no pensaste en las jineteras. Son más jóvenes que nosotras, así que no hay margen ni para la competencia. ¿Ves que vuelvo una y otra vez a lo mismo? Estoy encasquillada. Como único me recobro de eso es recordando nuestros años felices. Vuelvo a reir, como si acabara de suceder, con aquella insólita caída de Ernesto en su primera visita. Lo tumbaste con los ojos. Eran los días que te estabas entrenando en la telequinesia. Nosotras caminábamos aguantándonos de las paredes para no darte el gusto de que nos vieras rodando por el piso. Ya era bastante soportar ser tus conejillos de India con lo de la telepatía. Cada vez que te llamábamos o aparecíamos soportábamos tu satisfacción. Ahora mismo las estaba llamando con el pensamiento, decías gozosa. Nosotras nos pusimos de acuerdo para castigarte y desaparecimos setenta y dos horas. Enfermaste o llevaste tan lejos tu juego que tuvimos que ir a rescatarte al Hospital Calixto García, donde parecías una azucena desfallecida con suero y todo puesto. Ernesto si cayo en la trampa completamente. Al principio te tenia miedo, pero luego parece que lo perdió porque ya ves lo que hizo al final. Todavía él se defiende alegando que tú lo abandonaste por la puñetera novela. Ellos siempre tan débiles. Nunca volvimos a hablar de eso, fue un pacto tácito de todas, pero ahora que han pasado trece años, quisiera saber qué piensas tu. Es cierto que nos cayó el Armagedón. Una verdadera cadena de sucesos aciagos. Explotó con tu novela. Vino luego tu divorcio, la permuta de la casona de Calzada del Cerro, la permuta mía para darle una casa a Fernandito. Disuelto el Círculo de la esperanza. Y detrás, como si lo nuestro solo fuera el preludio, la Embajada de Perú llena de gentes y el éxodo masivo por el Mariel. ¿Qué fue todo aquello? Un aviso de que terminaba el periodo rosa de la Revolución. Ya nunca volvimos a ser los mismos. Se fue a la puñeta el desprendimiento de los días iniciales y nuestra delirante existencia de universitarias y recién estrenadas trabajadoras se fue con los 70. Esa fue una década bien jodida para todas, menos para nosotras que teníamos tu magia y nos hicimos cómplices de ella con el arrebato que sólo se padece en los años juveniles. Cuando pienso en estos más de treinta años transcurridos me desconcierto. Nos pasamos el tiempo haciéndonos preguntas y las respuestas llegan ahora. Respuestas no, preguntas, decenas de preguntas que no tienen respuesta porque en el fondo una pregunta gigante nos envuelve a todos:¿A dónde vamos a ir a parar?

miércoles, 21 de octubre de 2009

Las dudas del fuego (fragmento)



Epístola II

Querida Elsie : Tu mala costumbre de no ponerle fechas a las cartas le ha restado un dato interesante a mi investigación sobre los cambios que esta operando el Periodo especial en la vida de la isla y los isleños. Me seria muy útil saber cuánto ha demorado una carta entre Alamar y Santa Fe, entre los extremos este y oeste, distantes de unos 30 kilómetros, en Ciudad de La Habana. Pero me pareció una originalidad estimulante que me escribieras. Es un signo de las regresiones a que obliga esta salación. Así es como lo denomina mi vecina Fernanda, la que no quiere que su marido Bonifacio me mire. Quizás a la isla le hacía falta este calvario por un tiempo para darse cuenta de todo lo abandonado que debe ser recuperado, deshacerse de todo lo que había adquirido y no era suyo, y poder detenerse en la encrucijada de los tiempos, retomar su camino verdadero y arrastrar al mundo en esa corriente. Un extraterrestre que me enamora, gemelo idéntico de Ernesto por cierto y que parece haber guiado al autor del libro La tercera ola, me ha estado anunciando sucesos imprevistos, como el de tu carta. El dice que es más hermoso y de mejor entrenamiento para las neuronas escribir un mensaje que ponerse a hablar por teléfono. No, no es que niegue la necesidad y la utilidad de la tecnología. Es otro asunto mucho más interesante. Explica que los terrícolas enloquecieron con el desarrollo tecnológico y fueron perdiendo habilidades y sensibilidad, saliéndose así de la trama de la armonía programada para nuestra galaxia y en particular para el planeta que habitamos. El dice que el universo esta formado por infinitos programas en una computadora gigantesca, pero no es una máquina fría y repetidora, es la Fuerza cósmica que creo en un estadio superior la Inteligencia cósmica. Todo estaba diseñado para que la vida evolucionara amablemente en la Tierra, pero algo se descontroló desde el comienzo mismo de la humanidad, porque los habitantes de este planeta amable han tenido poco desarrollo a partir de esa peregrina idea, desde las mismas cavernas, de que unos son mejores que otros y los más fuertes tienen que abusar de los débiles. Cuando llegó a ese punto alegué que dudaba, que el programa trazado para la armonía no me parecía teóricamente convincente porque la especie humana se parecía bastante en su comportamiento a la conducta de la escala biológica, según la cual, para vivir, los unos se comen a los otros, los más grandes a los más chiquitos, con el único atenuante de que entre los animales de las otras especies el ritmo del banquete no pone en crisis el equilibrio ecológico. Es decir las lagartijas no se comen a todas las moscas. Siempre hay suficientes de unas y suficientes de otras. Al poner ese ejemplo me sorprendió el extraterrestre, pues no me imaginé que otras culturas del espacio acudieran a vocablos comunes en la Tierra. El, muy serio, como si dijera el mejor acerto filosófico acotó: ¿No has pensado que las moscas no se acaban por la cantidad de mierda que producen los seres humanos? No es despreciable el argumento. Pero, si se acabaran las moscas, ¿qué comerían las lagartijas? Dejamos la solución de esos dos prolegómenos pendiente y yo seguí arguyendo mi teoría biológica del desastre, sin renunciar a mí concepción inicial de que estamos hechos de los mismos ingredientes de las estrellas, sólo que habría que ver en qué proporciones para que ellas den luz aún después de muertas y a los humanos les cueste tanto brillar más allá de las necesidades animales. Esas discusiones comenzaron desde que me mudé para Santa Fe, para que nuestros encuentros cercanos fueran menos sospechosos y sus posibilidades de aterrizaje mas seguras. El pertenece a una civilización marina. ¿Te imaginas una bola azul de agua de mar en el espacio? Por eso le es más fácil amarizar, poner a funcionar sus mecanismos de adaptabilidad y luego nadar por el aire hasta mi balcón. En el Vedado eso era mucho más difícil. Para llegar hasta mi apartamento en 23 e I tenía que atravesar, desde Malecón, toda La Rampa, con el riesgo de que los policías lo confundieran con algún objeto no identificado que enviaba el enemigo o que los merolicos quisieran capturarlo, porque usa un vestuario confeccionado con hilos de oro, plata, esmeraldas, rubíes, y cuanta piedra hay en este universo, sólo que en su mundo, esa no es ropa de reyes ni nada por el estilo, son lo que son, piedras hermosas a los ojos, sin otro valor. Porque ¡oh! civilización feliz, carece de mercado. Nuestro primer encuentro fue una madrugada en el Malecón. Pensé que Yemayá me devolvía a Ernesto cuando lo vi, pero pronto me percaté que no era un ser de este planeta. El problema que se presentó para nuestra comunicación era el escenario, porque con alguien que puede resultar estrafalario, casi extranjero, corría el riesgo de que me confundieran con una jinetera y, por otro lado, sabes que a mí me gusta conversar con los amigos en mi casa. En Santa Fe todo es más sencillo, aunque, claro, al generalizarse los apagones le tuve que recomendar cubrirse la brillantez y entonces él acude a la encantadora costumbre de los disfraces mientras reproduce las metamorfosis de su especie. Delfín en el mar, gaviota en el aire y finalmente Ernesto en mi balcón, sin taras ni prejuicios. Me extraño mucho que llamaras extremista a Ernesto en tu carta. Cuando las personas actúan con sinceridad, aunque estén equivocadas, no son extremistas. Tú y las restantes miembros de nuestro desintegrado Círculo de la esperanza, lo juzgan tan severamente porque les rompió un ideal, pero los sucesos de la vida no son gratuitos, ocurren porque tienen que ocurrir, para desatar otros en esa trama que no cesa. Tan difícil de comprender porque requiere de un esfuerzo que nuestra especie no hace. ¿Cuándo lo viste? ¿Preguntó por mí? No lo busco, ni lo he buscado porque sé que vamos a encontrarnos. No alcanzo a comprender por qué Ina se asustó tanto por mis palabras. ¿Ves lo que te decía de la trama infinita? Quizás sucedió para que ella conociera a ese camionero que va a cambiar su existencia. Pero lo que más me ha preocupado de tu carta es esa mordacidad para hablar de lo que está pasando en este agosto del año II del Período especial. ¿Te estarás poniendo vieja? Ahora sé que la vejez no llega con las canas, las arrugas, el tiempo en el que una transcurre, sino cuando se deja de creer en la belleza y verdad de la esperanza. Yo sé que todo se compra en la Bolsa negra. Pero dudo que sus mercaderes puedan entrar algún día en el reino de la felicidad, por mucho dinero que acumulen, porque comercian con los despojos de un sueño y de los despojos de los sueños deben salir otros sueños que trasciendan la tiranía de la pobreza espiritual en la que con tanta facilidad se hunden los terrícolas. Sé por qué te salen esas cosas cuando pintas. Es la lucha desesperada entre el amor y la injustificada decepción que has dejado penetrar en tí. Sin esas locuras no hubiésemos tenido sueños, ni esperanza. Preciso es librarte de tal maleficio. Te rectifico mi nombradía: Regla Caridad Bárbara Lázara de las Mercedes Atocha Sol, pero en realidad el orden de los factores no altera el producto. Creo que es el único principio matemático que me sé. En cuanto a mi presunta locura prefiero que los demás se rompan la cabeza dilucidándola. De todas formas, delante de tu edificio hay suficiente tierra para plantar unos cuantos árboles frutales...






domingo, 20 de septiembre de 2009

Y Juanes cantó en La Habana

Llegò el dìa del Concierto por la paz. Y desde muy temprano en la mañana la capital de Cuba vivió un trajín inusual para ser domingo. Una vez màs el amor pudo màs que el odio.
Juanes se ha respetado a si mismo, a su libertad, para hacer de la libertad un acto de amor, que debe ser el sustento de todas las libertades. Los que en nombre de la libertad que dicen pretender ofrecer a otros acuden a la censura cómo método, los que dicen luchar por la libertad con recursos completamente dictatoriales, los que en nombre de la impiedad ajena incurren en lo impío, esos son soldados retrógrados de la prehistoria, esclavos de sus propios intereses, indiferentes al bien común, porque oponerse rabiosamente a un concierto por la paz es como apedrear a palomas por el simple hecho de simbolizar la hermosura dulce del vuelo. Ojo por ojo el mundo acabaría ciego, sentenció el gran Ghandi.
Gracias a Juanes y todos los que han llegado con su voluntad de celebrar la posibilidad del entendimiento humano por encima de cualquier diferencia.
Mucho calor en La Habana, pero la Plaza se llenó, como en los grandes días. Y la brisa que trató de menguar el sofoco trajo un tufillo rico de victoria de las buenas razones que existen para cantar, para desear con todas las ganas del planeta que la paz se pasee libre por esta casa de todos que es la Tierra. Y que maravilloso serìa que los grandes artistas del mundo se empeñaran en juntar voluntades para hacer del diálogo el modo de entendernos. Multicolores las sombrillas recordaron la diversidad de todo lo que existe en el planeta único que habitamos. Y así podríamos ser, distintos y unidos en los mejores empeños. Y esa ha sido la intención de Juanes, lo ha declarado a la Televisión Nacional. Y la de Silvio Rodríguez, que siempre ha luchado contra los perseguidores de cualquier nacimiento, dentro y fuera del país. Olga Tañón comenzó el espectáculo desde la Plaza, invocando a todos, incluso a los cubanos del exilio, los que apoyaron el concierto y los que lo atacaron, recordó la Misa del Papa, la Virgen de la Caridad del Cobre, las dos alas del pájaro que son Cuba y Puerto Rico. Y ecuménica proclamó : estamos haciendo historia. Y es verdad.

jueves, 3 de septiembre de 2009

lunes, 24 de agosto de 2009

Protagonismo del espejo


Cuando lo descubrí
dejé de revolcarme en la hierba
no manché más el uniforme en la merienda
sus ojos seguían mi infantil carrera.
Desde que alguien te mira
reparas en ti misma
te reconoces existente, única, necesaria
de pequeña personas transitas la partícula cósmica.
Mientras el espejo se vuelve consulta indispensable.
Así llegas las noticias primeras de tu ser
comienzan los sucesivos naufragios
pero siempre que vuelven a mirarte
retorna el protagonismo del espejo
el asombro de identidad en el espacio.

viernes, 7 de agosto de 2009

Las dudas del fuego(fragmento)



Epístola I


Querida Bárbara, Regla Caridad
de las Mercedes Lazara Sol
Atocha



No estoy segura de haber puesto en el orden correcto tu peculiar nombradía. Sabes que no sé hacer nada correctamente y nunca he podido aprenderme toda esa cantidad de talismanes conque tu madre quiso protegerte antes de morir, reuniendo en ti la cantidad de hijas que hubiera querido tener, y que de hecho tuvo, porque siempre he estado segura de que tú eres cinco mujeres en una, que presentas según las circunstancias o escondes según las conveniencias. Por eso es tan difícil entenderte y tan divertido cuando una conoce el secreto. No sé cual de las tú estaba de guardia el día en que pasaste por la casa de Ina o si por casualidad fue el coro de las cinco, pero lo cierto es que la dejaste tan impresionada que desafiando la literal ausencia de transporte, en este agosto sin calificativos del año II del Período Especial, se apareció a mi casa en Alamar muerta del susto luego de la rara experiencia de estar a punto de perder su recóndita virginidad a manos de un camionero que le dio botella a la salida del túnel cuando empezaba a oscurecer. Figúrate. Tu' pasaste al mediodía. Yéndote tù, empezó a buscar una semilla de mango o de aguacate para sembrarla en el jardín, lo cual por supuesto, hizo sospechar a los vecinos, porque la Tormenta del siglo acabó con los mangos y hasta los aguacates se niegan a parir este agosto. De donde coño alguien va a sacar una semilla al mediodía en pleno Vedado? Ella, que es tan pacifica y tan cuerda, parece estar embrujada; y tiene que estarlo para que después de la búsqueda inútil de la semilla, se haya emparrillado en una bicicleta hasta Coppelia, al no encontrar otro medio de transporte, caminara todo Malecón hasta el Túnel, allí convenciera al bicibus que la pasara con los ciclistas y aceptara después subirse a un camión, a pesar de que el camionero iba solo y ella le notó cara de pervertido o de borracho. Por poco me muero de la risa mientras me lo contaba. Pues el hombre empezó a sacarle conversación y ella cometió el error de rectificarlo cuando él le dijo señora. Sacó a relucir su escudo de señorita con canas y ahí mismo el tipo comenzó a desaforarse. Se abrió la portañuela y sacó, como diría nuestro amigo Efigenio, el biancamo enhiesto y mientras con una mano sostenía el timón, con otra tiro de la cabeza de la pobre Ina para, según ella, le pasara la lengua por eso, la cosa esa. Ina cuenta que empezó a gritar y atinó a empujar el timón. Por poco se vuelcan y del susto, el hombre se tranquilizo y entonces empezó a rogarle y a pedirle perdón y ¿a que no te imaginas que le propuso ? CASARSE. Sí, casarse, porque el tipo anda buscando una virgen desde un montón de años. Le dijo a Ina que nunca le había roto... bueno él dijo seguro una palabrota, pero Ina la tradujo a chocho. Dice ella que es un hombre mayor, como de su edad, pero, como nunca hemos podido saber la edad de Ina... Pero fíjate qué cosa más curiosa, la trajo hasta aquí. Yo se lo tiré todo a broma y le dije que a lo mejor era su gran oportunidad. Ella dijo horrores del tipo, pero puedo imaginar la influencia de lo que le dijiste porque habló con él del cóctel de frutas ese que tu le mencionaste, y él le prometió traerle semillas de todos los tipos porque tiene una casa con patio en San Miguel del Padrón, con muchos árboles frutales. Lo único que me falta es que sea vecino de mi madre y la vieja Arcida sirva de celestina para el inusitado romance. ¿ Qué tù crees? Por supuesto que me reí a mares con toda esa historia de Ina, pero cuando ella formó el lío del núcleo del Partido y las frutas esas de las que tu le hablaste, no entendí absolutamente nada. Como no sea que el núcleo del Partido de ustedes haya decidido sembrar frutales, lo cual me parece muy beneficioso para el 2000, que es cuando, sembrando todo eso ahora, dará resultado. Pero, ¿qué nueva historia es esa? Pensé que después de haberte mudado para Santa Fe, todos los tornillos de tu cabeza habían retornado a su sitio, pero dice Ina que estas como enloquecida, haciendo profecías frutales o algo así. Me sentí tan motivada por el asunto que decidí escribirte, contando conque eso será un método posible de comunicación, ahora que mi teléfono no quiere comunicar y no pienso moverme de aquí hasta que los vientos de septiembre me empujen hacia el Vedado nuevamente, y de allí pueda conseguir botella hasta Santa Fé. Mira que dejar tan buen apartamento en el Vedado para ir a vivir a Santa Fé cuando no hay guaguas, ni taxis, ni gasolina y no se puede traer ni un caballo porque te lo desguazan y se lo comen. Y con la bicicleta ya no puedo. ¡Qué ocurrencias las tuyas! Dejaste la casona del Cerro por un apartamento porque era un crimen seguir viviendo como los burgueses cuando tanta gente no tenía casa. Sólo a ti se te ocurre dejar una casa como aquella para permutarla por dos y darle una al extremista de mierda ese, que después de ser el extraterrestre encontrado se enredo con la imbécil aquella. Y tu de santa comemierda permutaste porque la muy puta estaba embarazada. Debió morirse en Angola el muy cabròn. Pero regresó hecho una etcétera, aunque ya parece un Rambo de nuevo. Lo vi y está solo. La mujer lo dejó por otro. No sé ni porqué te lo digo. Eres muy capaz de salir a buscarlo. Fonseca está de viaje. Tan pronto llegue iremos a verte. Es mi única posibilidad de salir del destierro alamareño en que me sume este agosto. No te preocupes, ni renuncié al trabajo, ni pedí licencia. Estoy de legítimas vacaciones. De pronto he completado el set. ¿No estarás preparando una nueva novela? Esas rachas de locura tuya tienen que ver con la escribidera y sé que tu también pediste vacaciones. A juzgar por lo que le dijiste a Ina, que tanto la preocupó, será una novela ecológica. ¿Y donde coño la vas a publicar? Ya aquí no hay papel, ni nada y no se te vaya a ocurrir una novela sobre la defensa de la lagartija y las matas, y esa bobería, porque ahorita empiezan las recetas de lagartija con verdolaga y te van a linchar. No te quería decir nada pero he comenzado a pintar de nuevo. Pero ¡Oh! misterio. Me salen mares y más mares en el lienzo. ¿Que cómo conseguí lienzo? Lo compré en la bolsa negra. Te quiero aunque esté convencida de que tu locura no curará.

Elsie.

sábado, 25 de julio de 2009

Fragmento


El arte me pareció entonces un don que daba alguien। La naturaleza। La energía cósmica। Dios. Un don no necesariamente comprometido con la esencial espiritualidad de sus poseedores. Un poeta fabuloso podía ser un fabuloso hijo de puta. El creador de una gran sinfonía podía ser un gran sádico. El que escribía fascinantes novelas sobre los héroes podía ser un cobarde en su vida. Me lo habìa estado sospechando desde que supe que el pobre Balzac vivió toda su vida desgarrado y frustrado porque quería ser un miembro real de la nobleza cuyos vicios reflejó como nadie en la Francia del XIX. El genio artístico no liberó al infeliz Beethoven de aquel proceso miserable de separar a su sobrino de la madre y adoptarlo a toda costa sòlo para buscarse el odio del muchacho. Ni impidió que el desgraciado Oscar Wilde se dejara manipular por las frescas carnes de un jovenzuelo banal por el cual fue a la cárcel y destruyó su vida. Ni evitó la desdicha de Isadora Duncan. Ni distanciaba al talentoso Pancho Miguel de la fiebre del dinero, de la obsesión de poseer, de la vieja fórmula vigente del tener como símbolo del poder sobre no se sabe què, porque al final nadie es dueño de nada, ni de su vida que puede ser arrebatada cuando el azar, el hado, el destino, lo que fuere, decidiera. Todo estaba convertido en una puñetera mercancía y todos arrebatados en el fundamentalismo del maldito dinero que establecía los canones estéticos, los espirituales y hasta la libertad, porque con dinero todo estaba permitido o al menos se minimizaba la angustia de la sobrevivencia cotidiana. El arte también parecía formar parte del mismo juego que yo no entendía, que no sabía jugar y amenazaba con liquidarme.¿ Quién coño habìa inventado aquella fábula de que el arte convertía en mejores a los seres humanos? Esa era una de las tantas mentiras que se empeñan en trasmitirte como consuelo. La obra de arte puede trascender las limitaciones humanas del creador, pero el artista se considera un elegido, un intocable, un gurù con derecho a cuestionar todo lo que le rodea y no ser cuestionado en nombre de la sacrosanta libertad de hacer lo que le venga en gana, hay excepciones por supuesto. Existen extraños casos donde talento, sensibilidad e inteligencia consiguen verdaderos prodigios, pero el arte es sobre todo la gran catarsis de individualidades muy aguzadas que tienen el don de poner en el lienzo, la cuartilla, las imágenes las taras, los traumas, las angustias que les atenazan. Y alcanzan alguna función social sòlo por coincidencia o circunstancias. ¿Què le importaba a Pancho Miguel que la isla se fuera a pique? Su fama, su gloria, su dinero eran màs importante que el destino de la humanidad, incluso el amor, el presunto amor por mi nada significaba, ni el sismo que su pragmática decisión ocasionaba en mi.
¡Pobre Sócrates! Convencido de que el conocimiento es la virtud. Bueno, la ignorancia es peor, pero que la gente fuera ilustrada, que acumularan saberes no era suficiente para que fueran nobles, generosas, desprendidas. ¿Esas características serían también dones que Dios, la energía cósmica, la naturaleza daban sòlo a algunos terrícolas?

martes, 14 de julio de 2009

Los pervertidos oficios



La fuente de mayores desentendimiento entre los seres humanos es, a mi modo de ver, las desigualdades que se fueron estableciendo en los distintos estadios de la construcción de lo que llamamos civilización, condicionantes de la creencia de que unos son superiores a otros por distintas razones, mayoritariamente relacionadas con el poder, pero basadas en la incapacidad de apreciar y respetar las diferencias.
La Revolución Cubana decretó desde sus días inaugurales la abolición de las desigualdades, las sustentó legalmente y ofreció posibilidades igualitarias para todos los ciudadanos y quizás creyó que con eso serìa suficiente para eliminar en un país con fuertes antecedentes esclavistas esa expresión de incultura que es el racismo.
Lamentablemente los prejuicios, de cualquier tipo, no desaparecen solos, y emergen con fuerza tan pronto se presentan oportunidades propicias. Mucho antes de la crisis de los 90, cuando la sociedad se proponía liberarse de “errores y tendencias negativas” a partir de la primera gran crisis social del socialismo cubano que inauguró la década del 80,- con el sorpresivo éxodo masivo a partir de los sucesos de la Embajada de Perú y la apertura del puerto del Mariel- comenzaron a manifestarse inquietudes sobre las manifestaciones del racismo en Cuba.
Un joven negro escribió a mi sección Por el ojo de la aguja en el Periódico Juventud Rebelde haciendo notar que èl veía expresiones de racismo en la sociedad, encubiertas unas, inconscientes otras y groseras algunas. Se refirió a chistes, bromas, a la imagen que se daba del negro en la televisión, a la falta de su presencia en podios y tribunas. Tan pronto se publicó ese mensaje, muchos presuntos blancos del propio diario comentaron airados: pero que màs quieren los negros, nunca tuvieron las oportunidades que tiene ahora y repetían un chiste relativo a las alas que se les habìa dado.
Inmediatamente también hubo una reacción de las autoridades màs altas del país señalando que hacer público ese tipo de asunto no ayudaba a la Revolución cuando, además, se habían establecido las famosas cuotas de negros y mujeres para integrar distintas esferas de dirección porque efectivamente, veinte años después del triunfo revolucionario los hombres blancos continuaban siendo los lideres de la sociedad en las estructuras de dirección a cualquier nivel.
El tema llegò al entonces polémico y muy difundido Evento teórico del Caracol de la UNEAC en el cual se puso en evidencia que se continuaba reproduciendo la imagen tradicional del negro esclavo, el negrito pillo del bufo, el de lenguaje marginal, el del solar, pero nada se hacía en la construcción de una imagen que contribuyera a contradecir los prejuicios raciales.
En realidad no se habìa atendido de manera sistémica el asunto, tampoco los libros escolares, los libros de historia en las distintas escalas de la enseñanza ponían ningún acento en mostrar el rol de los negros y las mujeres en el largo y complejo proceso de formador de la nación cubana, en la cultura nacional, salvo con la mención a figuras aisladas y los programas escolares, desoyendo los principios pedagógicos martianos, continúo con el énfasis en lo que llaman historia y literatura universales, circunscripta a Europa, sin darle el lugar que merecen las de África y América, al punto de que hasta hoy habría que ver que saben nuestros educandos de esas fuentes culturales, incluso de culturas vivas tan próximas geográficamente como las caribeñas.
El pueblo màs feliz es el que tenga mejor educado a sus hijos en la instrucción del pensamiento y la dirección de los sentimientos, sentenció José Martì, al que mucho se menciona pero cuyo ideario profundo de mejoramiento humano no se aplica con la intensidad que se debiera. Y justo la falta de educación en los sentimientos es uno de los problemas que ha contribuido a la crisis de valores que padece la sociedad cubana, a la ausencia de ética y como parte de ese contexto a que emerjan los efectos nefastos de los prejuicios raciales. Otros pondrán el acento en la situación económica como causa fundamental y sin duda, esa es una condicionante insoslayable pero quiero apuntar que antes de la crisis de los 90, en la bonanza de los 80 se estaban manifestando problemas que la crisis catalizò.
Si desde las màs tempranas edades en la casa y en la escuela no se estimulan los mejores sentimientos de los seres humanos, estos no aparecen por obra y gracia del espíritu santo, si desde niños no nos enseñan a apreciar y respetar las diferencias aparentes porque en realidad la especie es la misma, si de un tema como el racial no se habla, se ignora como si no existiera, si no se acude conscientemente a llamar la atención sobre los prejuicios existentes y se les enfrenta con elementos científicos, si en los medios masivos no se complementa esa intención educativa con inteligencia, lo cual equivale al equilibrio de lo racional y lo emocional, entonces antes cualesquiera circunstancias los prejuicios se potencian aunque las mejores intenciones hayan sido establecidas por decreto.
En la sociedad cubana de los últimos 50 años se ha priorizado la instrucción, todos los saberes humanos a disposición de todos, pero de poco sirve ese conocimiento para desarrollar el tipo de convivencia social que proponemos si no està cimentado en profundas sentimientos de humanidad que son los que pueden construir una espiritualidad propiciadora del bienestar al que todos aspiran y muchos sòlo sitúan en el consumo exagerado de los bienes materiales y en el culto a poseerlos.
Esta es por supuesto, únicamente una arista del problema, pero que desde mi punto de vista demuestra una cierta ingenuidad en el tratamiento de cómo han de conducirse los cambios sociales para que sean de raíz y permanezcan. Educar para que los ciudadanos y ciudadanas tengan los elementos con los que pueden enfrentar por si mismos los prejuicios raciales, no los erradicará quizás, pero al menos evitara la ignorancia que prima en muchos para sostenerlos tanto entre los blancos como entre los negros.
Los prejuicios raciales, los de género, los de religión, los relativos a la sexualidad no han sido eliminados en ninguna de las formas de organización social de los terrícolas, ni en las presuntas sociedades desarrolladas, ni en las màs pobres. Ello es índice de lo complejo del problema, pero en algunos países se han establecido leyes que regulen el comportamiento de los ciudadanos respecto a esos temas, que propicien la multiracialidad, la multiculturalidad, en la enseñanza, en los medios masivas de difusión y si no se resuelve el conflicto por lo menos constituyen un freno, una barrera a las peores expresiones de discriminación y van fomentando también una cultura de la diversidad.
A pesar del reconocimiento de los aspectos no previstos para concretar nuestras aspiraciones de erradicar los prejuicios raciales por el propio Fidel en aquel memorable Congreso de la UNEAC, màs de una década después no se visibiliza una estrategia, un plan de acción encaminado a enfrentar abierta y transparentemente ese problema. Y hay derecho a preguntarse por què, si desde los años 80 sabemos que el problema existe. Una respuesta posible es que quienes tiene el poder para asumir el tema en las obras artísticas, guionistas, realizadores televisivos, radiales, cinematográficos, propagandísticos, los conformadores de programa de estudios escolares padecen de racismo inconsciente en el mejor de los casos y en el peor no se han percatado de que es uno de los temas fundamentales de la cultura nacional, de la unidad nacional, de la nación, de la patria y no por gusto los enemigos de la Revolución cubana han encontrado un asidero en ese aspecto.
Con otros factores de la discriminación, de los prejuicios, se aprecian estrategias y planes de acción. Temas tabúes como la violencia doméstica contra la mujer, los derechos a la diversidad sexual, el uso de las drogas, el SIDA, el alcoholismo tienen una mayor atención en la sociedad. Se han creado mecanismos para asumirlos y contribuir al cambio de mentalidad. Existe un centro de estudio de la mujer, cátedras de la mujer en los barrios. Hay un centro de estudio sobre las cuestiones sexuales, una línea de ayuda para los drogadictos. Sobre todos esos temas aparecen propagandas, publicidad, obras en la televisión, la radio y otros medios.
A nadie se le ocurrió que habría que esperar a solucionar los problemas económicos y los de la vida material que generan para enfrentar esas cuestionen que dañan el tejido social, entonces para tratar los prejuicios raciales tampoco se puede esperar, como tampoco deberíamos esperar para enfrentar esas otras formas de discriminación que van apareciendo según el poder adquisitivo, las posibilidades de tenencia de bienes, esa vieja mirada por encima del hombro aquel que es màs humilde, que vive en condiciones màs precaria, que realiza una labor menos atractiva según los patrones del éxito y el consumismo de cierto sector poblacional que recuerda en sus aptitudes lo peor de la antigua clase dominante y donde por supuesto la expresiones de racismo son notables y este sector emergente de nuevos ricos no sòlo està compuesto de trabajadores por cuenta propia, sino de funcionarios que juegan a imitar los viejos códigos acuñados por la glorificación del tener y no por la importancia de ser.
Parecería un idealismo hablar de valores, de espiritualidad cuando las condiciones económicas y materiales imponen las leyes de la supervivencia para amplios sectores poblacionales, entre los cuales los negros son posiblemente mayoritarios, porque no es suficiente que a dos situaciones desiguales le den las mismas posibilidades, la de mayor desventaja, tendrá menos condiciones para aprovecharla y eso ha ocurrido con los negros que también sufren de los efectos de inseguridad, de la falta de autoestima, de los estereotipos de todos los discriminados.
Se supone que a mejores condiciones de la vida material hay ambiente màs propicio para el fomento de los valores espirituales, pero no olvidemos que en países de mayor desarrollo económico hay altos índices de violencia contra la mujer, hay racismo, hay conflictos religiosos, lo cual indica que tampoco la bonanza material por si sola hace mejores a los seres humanos.
No encontraremos recetas o fórmulas mágicas para solucionar problemas tan complejos, pero podemos hacer mucho, con los recursos que tenemos, desde los programas escolares hasta los medios masivos. Pongamos en acción la sabiduría popular de no dejar para mañana lo que podemos hacer hoy y aquello de que la gente hablando se entiende como antídoto posible a los pervertidos oficios de la superioridad fabricada por la injusticia..

lunes, 15 de junio de 2009

Los amantes culpables


Ocurre con los niños y niñas, como con el amor, todos consideran que son los asuntos màs importantes de la vida pero pocos le dedican la atención que merecen. Lo que es valioso para nuestras vidas debe tener una prioridad que ni el amor, ni los niños y niñas, ni las obras artísticas que se les dedican, y por supuesto la literatura que le està destinada, tienen en un mundo donde el culto a la materialidad, a la tenencia tiene màs adeptos que devotos la espiritualidad, el ser como suceso verdaderamente esencial.
Desde mi punto de vista esa es parte de la enajenación del mundo en que vivimos, tiranizados unos por las exigencias de la pura sobrevivencia y otros por el consumismo que obliga a emplear tiempo, malgastar aspiraciones y consumir, valga la redundancia, una parte importante de la existencia que podría ser ocupada en cultivar la sensibilidad para disfrutar la vida con menos costo y màs satisfacciones.
Las niñas y los niños son los que màs sufren los problemas y conflictos del mundo, cualesquiera que sean sus condiciones sociales y económicas, porque dependen de los adultos como mediadores en su aprendizaje y apreciación de la vida, de sus gustos estéticos, de toda los elementos formativos para el ser humano adulto que van a ser.
En la época por excelencia de los medios audiovisuales, muchos niñas y niñas antes de aprender a leer y escribir pasan largos períodos delante del televisor, incluso muchos analfabetos adultos del planeta disfrutan de la posibilidad de informarse o recrearse gracias a esa posibilidad, lo cual por un costado tiene sus ventajas, pero por otro minimiza el interés por la lectura hasta por cuestiones prácticas, pues madres y padres han encontrado en el televisor una forma de mantener a los pequeños y pequeñas entretenidos mientras ellos realizan otras labores. Leerles a los niños los libros antes de que aprendan a leer equivale a ocupar un tiempo del cual creen no disponer en la arrolladora dinámica de la vida contemporánea.
A pesar de que el desarrollo de la ciencias basadas en la psicología y diversas teorías pedagógicas han estudiado y establecido que las niñas y los niños son capaces de aprender y percibir muchos elementos de su entorno desde las màs tempranas edades, persiste esa frase “cosas de niños” para indicar nimiedades, boberías, cuestiones sin importancia y esa frase engloba una filosofía inconsciente muchas veces que incluye a la literatura que se escribe para ellos y es quizás el punto de partida de esa subestimación que los autores han sentido históricamente.
Incluso, Hans Christian Andersen, considerado el padre de la literatura infantil, aspiró siempre a ser reconocido como autor teatral y poeta y sufrió por no conseguirlo como deseaba a pesar de que sus historias para niños le granjearon pronto las simpatías generales y transcendió por ellas. No pocos escritores para niños sufren del mismo síndrome y se siente víctimas de la subestimación de los propios colegas que “escriben para adultos”, de la crítica que no suele ocuparse de sus obras y de los medios masivos que no las publicitan a la misma escala que a las otras obras aunque en las Ferias internacionales, los pabellones infantiles sean los màs visitados y los adultos cumplan el ritual de comprar los libros para los màs chicos.
Los imperativos de una época
Organizaciones internacionales como la UNICEF y la UNESCO han convocado a los gobiernos a proteger las producciones de obras para niños y jóvenes, a promover planes nacionales de lectura. A pesar de esas buenas intenciones no se puede olvidar cuantos millones de niños en el planeta no tiene posibilidades de ir a la escuela, ni sus abuelos, ni sus padres saben siquiera leer y escribir. Pero según informaciones existentes los niños, en los sitios con condiciones para ello, han sucumbido a la proliferación del audiovisual cuyos productos se han abaratado para poder ser comerciales en todo el orbe y llegar incluso a los lugares màs empobrecidos. Las películas de antaño, los muñequitos o animados comienzan a ser relegados por los videojuegos, y las búsquedas en INTERNET, donde hay juegos en línea, música, y todo tipo de información beneficiosa o dañina.
Así las cosas, si en tiempos donde el libro lideraba la posibilidad de conocimiento y entretenimiento la literatura para niños y niñas era subestimada, con el surgimiento del cine, la televisión y todas las nuevas tecnologías posteriores, hay derecho a suponer que esa literatura tendrá que enfrentar nuevos desafíos a partir del hecho cierto de que los lectores potenciales estarán seducidos por los elementos consustanciales a su época. Es absurdo intentar frenar el desarrollo en cualquier campo o desconocerlo, pero serìa sabio usarlo de la forma màs edificante para las nuevas generaciones para lo cual comienzan a aparecer regulaciones y leyes nacionales las cuales carecen de sentido si padres, maestros, bibliotecarias y escritores no forman parte del propósito.
La historia de la civilización humana ha estado signada por la violencia, el desentendimiento, contradicciones y conflictos, intolerancia, fenómenos ante los cuales el espíritu humanista intentó contraponer una cadena de valores con el propósito de hacer prevalecer los sentimientos que propiciaran otra manera de vivir màs satisfactoria, es decir que en todos los periodos los terrícolas tuvieron que enfrentar los imperativos de su tiempo que generaron, religiones, ideologías, filosofías que servían de refugios y asideros, pero lo peculiar del Siglo XX es la conjugación de la caída de todos los iconos, desde el temor a Dios a la quiebra del culto de la justicia social, con un delirante desarrollo tecnológico, que incluyó la velocidad para transportarse, el predominio de nuevas técnicas en la vida cotidiana desde el modo de cocinar los alimentos a la posibilidad de integrar una red que permite comunicar con cualquier parte del mundo, y la proliferación de armas que pueden destruir el planeta en unos segundos.
Las niñas y los niños de nuestros días saben de todas esas cosas, entre otras razones porque las fronteras establecidas sobre lo que era apropiado o no para ellos han ido desapareciendo. Conviven con los problemas de los adultos, quienes desde mi punto de vista, tienen menos recato para involucrarlos en sus conflictos, estrés, y se toman menos tiempos en protegerlos de las durezas de la vida pero no con el sentido didáctico que fuera deseable sino en medio del atropellamiento de sucesos y presiones de la vida cotidiana, donde, incluso un buena parte de los padres y las madres, ni siquiera tienen la madurez suficiente para cumplir sus roles de mediadores entre las agresiones externas y el cultivo de ciertos valores para resistirlas.
El màs somero análisis sobre la realidad en que nacen y crecen nuestros niños no ofrece resultados muy esperanzadores, pero ese panorama justo implica uno de los desafíos notables para la escritura dedicada a ellos y luego para hacerlas llegar mediante la lectura que no sòlo es una fuente de conocimiento sino, según se ha demostrado científicamente, un ejercicio valioso para el desarrollo de ciertas capacidades cerebrales.
Si como se dice popularmente la familia es algo que no se escoge, que està predestinado, las fragmentaciones que ese elemento pueda haber, deben tener una compensación en los sistemas educacionales y difusivos que deben implicar como exigencia social a los padres, y al mismo tiempo contribuir a que tenga herramientas pedagógicas para ayudar a sus hijos.
La tarea es compleja, mucho màs difícil que los famosos Doce trabajos de Hércules, pero no imposible, porque a pesar de todas las catástrofes anunciada prevalece la lucidez de comprender la importancia de educar a las mujeres y los hombres del mañana. Hoy contamos con instrumentos legales para la protección de los derechos de las niñas y los niños, con mayores posibilidades técnicas para el aprendizaje, pero, desde mi punto de vista el acento mayor està en instruir, en dotar a la razón de màs y màs herramientas, pero no se trabaja suficiente en la educación de los sentimientos.
José Martì, el cubano que entendió mejor la complejidad de la existencia, los diversos factores que han de conjugarse para lograr lo que acuñó como mejoramiento humano sentenció: El pueblo màs feliz es el que tenga mejor educado a sus hijos en la instrucción del pensamiento y la dirección de los sentimientos. Creo que aun en países como Cuba, donde los niños gozan de los mayores privilegios, incluso antes de nacer, no se ha tomado suficientemente en cuenta esa máxima martiana quizás porque ingenuamente se ha apelado a aquella expresión socrática de que el conocimiento es la virtud, sòlo si se sabe se puede divisar el bien, pero para divisar el bien no basta saber mucho de Matemáticas, de átomos, de computación, hay que trabajar sobre los sentimientos, otro asunto que no se toma con suficiente rigor porque parece perteneciente a la vida privada, a la màs remota intimidad, a lo màs individual como si en ese sistema del cual todos formamos parte todo lo íntimo, lo publico, lo interno, lo externo, lo individual y lo social, no estuvieran relacionados igual que lo estamos a las explosiones solares, los cambios de la luna y todo lo que ocurre en el universo.
Darle la importancia que merece la educación de los sentimientos contribuiría sin dudas a tener padres y madres mejores preparados para la crianza de sus hijos, porque desde el hogar comienzan los adultos a trasladar sus esquemas a los niños, a crearles concepciones de la vida según sus conductas, a alejarlos o acercarlos a la naturaleza, al disfrute de los valores espirituales o a condicionarlos para ser hacer depender su felicidad de la tenencia de cosas muchas veces superfluas con las cuales intentan sustituir el tiempo de cariño, amor, contacto que deberían dispensarles.
Justo la literatura para niños se inserta históricamente en ese interés de lo que Martì llamaba la dirección de los sentimientos. Y hablo de ese breve periodo en que se es niño o niña, no adolescentes y jóvenes que implican otras categorías vitales y literarias. Es muy interesante como los cuentos y leyendas tradicionales, las fábulas, siempre mostraron conflictos y a la vez valores para enfrentarlos tras la apariencia de su sencillez. Por eso me parece muy importante en cualquier latitud del planeta el vínculo entre los escritores y escritoras y sus lectores potenciales, la presencia de sus obras en los libros escolares, en las bibliotecas, como parte de la promoción justificada a esas labor valiosa de contribuir a la construcción de una manera de mirar la vida, los problemas de la existencia y revivir la antaña esperanza de que el camino de las soluciones pasa por el amor, la comprensión, la solidaridad.
Estoy segura que cuando José Martì proclamaba “ hay que conocer las fuerzas del mundo para ponerlas a trabajar” tenìa plena conciencia de todos los obstáculos existentes en su época, pero también sabía, según sus propias palabras que hay màs flores que serpientes por eso a pesar de las condiciones duras de cada época se ha hecho mayor la comprensión de la diversidad de elementos que han de conjugarse en la educación, se ha avanzado en el reconocimiento de la diversidad como factor cultural decisorio y por eso también a pesar de las nuevas tecnologías el libro no ha desaparecido.
Es el tiempo que le dedicas a tu rosa lo que la hace diferente, importante, única, sentenciaba El pequeño príncipe de St Exupéry. Es una lección que debemos aprender los terrícolas, porque esa es de las fuerzas que es imprescindible poner a trabajar para que los niños y niñas, y los libros tengan el sitio que merecen.

miércoles, 3 de junio de 2009

El miedo de la jutía



-Flaquito no seas jutía,- conminaba la abuela Zoila al minúsculo perro de Hada con H cuando comenzaba a temblar debajo de la cama al llamarlo con tono fuerte. Y cuando Alba, la mamá de Hada con H y Plutón, su papá, manifestaban temor ante algún problema. La abuela volvía a la carga.
-No, no, no. No pueden hacer como la jutía conga. Pónganse las pilas y salten, no se atortujen, no se paralicen.
Hada con H nunca habìa visto una jutía. No habìa jutías en el Parque Almendares que era el bosque conocido desde los primeros años de su vida. Cuando el papá anunciaba entusiasta, con mochila a la espalda y todo: ¡ vamos al campo ¡. Subían la cuesta hasta el puente sobre el Almendares, lo atravesaban, bajaban por el otro extremo y a recorrer todo aquel pedazo de monte a la orilla del río en medio de la ciudad.
La abuela Zoila decía que era una verdadera dicha tener el monte tan cerca. Gracias a la proximidad del bosque ella habìa podido adaptarse a la capital, aunque fuera frente a ese barrio llamado El fanguito porque estaba en las márgenes del río y cuando el río crecía se inundaba. Una calle asfaltada delimitaba las condiciones. A un lado las casitas del Fanguito, tomándole espacio al lecho del río, y del otro, casas y edificios en la ladera que terminaba en el mar, otra de las excursiones para ver como se entraba el río en las aguas azules y saladas.
Una mañana de domingo en que Hada con H se columpiaba en la zona del Parque Infantil, jugando a acercarse al copito de los árboles mientras su papá tirado en la hierba, como siempre, miraba el cielo, justo cuando a Hada con H le parecía que iba a encontrarse con los ojos ocultos de un algarrobo, descubrió unos ojillos que saltaban de rama en rama, eran tan pequeños que no podían ser del algarrobo. Entonces no volvió a impulsare en el columpio y despacito, casi arrastrándose, se fue acercando al tronco del árbol, se tumbó sobre sus raíces para mirar bien en el interior de las ramas y ¡Oh, sorpresa¡
Paradita sobre sus patas traseras, sosteniendo algo que comía con las minúsculas patas delanteras, estaba una ardilla rojiza con su hermosa cola peluda acomodada en una gruesa rama. Se quedò sin aliento, como siempre que algo la sorprendía. Pero si la maestra habìa dicho que ese tipo de roedores no existía en la fauna del país. ¿Serìa una rata a la que el hada Volandera habìa transformado en ardilla? O, ¿una jutía conga con cola peluda?
Tendría que aclarar aquel misterio, pero en ese momento estaba hechizada por aquella criatura. El hechizo fue roto por una piedra de un desalmado que apuntó a la ardilla para furor de Hada con H que se levantó rápida, pero mucho menos que la ardilla que de salto en salto, de árbol en árbol desapareció entre el follaje de los árboles cercanos.
¿Cómo era posible que alguien hiciera algo tan cruel a aquella belleza mínima y perfecta?
-¿Quién ha tirado esa piedra?- y como no hubo respuesta, molesta Hada con H exclamó: el que haya sido es una jutía, y aclaró para màs detalles: conga.
Su padre, que al escucharla, abandonó la hierba con presteza, comenzó a reír al ver su hija tan airada, como era de tan poca estatura parecía una muñequita a la que le hubiera dado cuerda.
-Pero vamos a ver, Haducha, si tú no sabes por què se le dice jutìa a los cobardes. Y no se debe usar una palabra hasta no saber que significa.
-Bueno, papá si a los cobardes o los que tiene miedo se les acusa de jutías deber ser porque así son las jutías.
-No, no, pero eso tiene una razón muy específica en el caso de la jutìa conga,- aclaró el papá que como científico le gustaban las precisiones.
- El asunto es mi querida Haducha, que la graciosa jutìa conga se aterroriza tanto cuando siente un majà, que se atolondra a tal punto que cae de la rama del árbol donde esté, como es lógico se golpea y el majà aprovecha y la se la engulle facilito.
Hada con H se sintió muy triste con esta historia de la jutìa conga. Pero se le ocurrió una idea.
-¿Papá, pero la jutìa conga se puede domesticar?
-Si, claro, es una animalito inofensivo.
-Entonces, a lo mejor podemos crear un club de entrenamiento para que la jutìa conga pueda salvarse del majà.
-¡Què ocurrencias las tuyas Haducha¡,- rió el padre sin sospechar lo pronto que entraría en acción el plan de Hada con H de quitarle a la jutìa conga la fama de cobarde.

martes, 19 de mayo de 2009

El laberinto de la utopía



(Fragmento)

Mientras las florecillas moradas del no me olvides desaparecían bajo las paletadas de tierra, Flores del Río Manso pensó que su padre, como tantos hombres, comprendió la necesidad del cambio exterior, pero no el suyo màs profundo a pesar de tan larga existencia. Había hecho un largo y fatigante viaje desde la capital hasta el cementerio de Florida para cumplir con su ùltimo deseo de podrirse, esa fue su expresión, en aquella tierra donde amó a la única mujer que no lo quiso y se dejó amar por otras que se escaparon en el suicidio del tormento de no ser apreciadas.
El cementerio de Florida se mantenía mejor que la ciudad, pero sin cambios, desde aquella vez, distante cuarenta años, cuando su madre había rendido lo que llamaban el ùltimo viaje, a causa pensaba Flores, de los sufrimientos ocasionados por el disfrute exagerado de aquel triunfo del que su padre era personaje principal en el pueblo. Una gran diferencia dejaba una huella triste en el tiempo transcurrido. Cuarenta años atrás vino acompañada por cientos de personas y ahora apenas pudieron venir algunas decenas en los coches de caballo que tuvo que alquilar para los viejos parientes que conservaban la costumbre de despedir a los que partían definitivamente.
Hasta la muerte fue perdiendo el antaño esplendor del misterio. Las breves horas en la funeraria de Calzada y K fueron màs tristes sin cirios que iluminaran el local, ni azucenas que perfumaran aquel tránsito difícil, ni amigos que no llamó porque no podía despertar un sábado a medianoche a personas para las cuales serìa un problema trasladarse hasta allí por la virtual falta de transporte. No avisò a las autoridades, ni en la capital, ni en Florida para ahorrase una ceremonia que la entristecería màs porque ocultaría seguramente los avatares de aquel héroe venido a menos que no contó en vida con posibilidades de rectificación, ni de verdadero apoyo. Eso fue lo que màs le dolió, cuando después de largos años de espera, el olvido fue cubriendo las esperanzas del recomienzo y se percató de que en aquel carrusel incansable que era la existencia en la isla el que se saliera alguna vez del vértigo quedaba para siempre excluido.

sábado, 9 de mayo de 2009

miércoles, 6 de mayo de 2009

LA REPÚBLICA DE JOSÉ MARTI













Criatura inagotable, eterna y contemporánea, tanto tiempo después de su nacimiento, el 28 de enero de 1853 y de su muerte en campaña, el 19 de mayo de 1895, José Martì tiene mucho que enseñar a los latinoamericanos de hoy empeñados en unirse como “la plata en las raíces de los andes” cuando un tipo de socialismo autoritario implotò y el capitalismo muestra síntomas de profundo agotamiento.
Volver sobre sus páginas siempre asombra porque no hay asunto de la naturaleza, la sociedad, lo terreno y lo divino que no haya motivado su interés, pero no hay pasión que supere su amor por Cuba, no sòlo liberarla de la opresión colonial, sino dentro de esa lucha crear las bases para el nacimiento de una república que no repitiera los errores de sus vecinas, del norte y del sur en el Siglo XIX.
Martì, que supo prever los peligros que entrañaba para la región el afán imperial de Estados Unidos, también señaló certero los defectos de las que llamó dolorosas repúblicas latinoamericanas donde la independencia de España no evitó los males de la colonia, porque ” quedò la libertad entre los poderosos que no la amaban, o la entendían sòlo para su casta superior; porque la masa pública no conocía la libertad, ni la sabían defender, ni entendía los medios de propagarla y mantenerla porque la mayoría nacional, que es la que asegura la libertad, entendió sòlo de ella el espíritu de independencia contra el extranjero”

El hombre que proclama yo quiero que la primera ley de la República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre, està pronunciándose por otro tipo de organización social. Diferente a la que ha conocido en las repúblicas del continente. Quien lo lea con hundura descubrirá que quiere una distribución diferente de las riquezas. Sabe que la opulencia de unos produce desequilibrio y como el Jesús de Nazaret piensa y se lo escribe a su amigo Eligio Carbonell el 10 de enero de 1892:” Este mundo tiene increíbles vilezas, ocasionadas casi todas por el interés. No hay màs modo de salvarse, Eligio, que moderar las necesidades. La sobriedad es la virtud. El que necesita poco es fácilmente honrado”. Y define: “Es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos. El progreso no es verdad sino cuando penetra en las masas y es parte de ellas.”
Es un pacifista que organiza una guerra contra el colonialismo porque no le han dejado otra alternativa para procurar con la libertad una República donde el trabajo honrado y la concordia de los elementos diversos produzcan el bienestar de todos.
Todos es su palabra sagrada, y cuando alguien, por mucho que lo respete y admire no entiende esa máxima pelea duro por convencerlo y no se rinde. Antepone por eso a los efectos nefastos del caudillismo durante la Guerra de los diez año-1868-1878- en Cuba y en la de independencia las repúblicas americanas, el principio ecuménico y democrático de con todos y para el bien de todos.
Tiene que bregar duro con muchas incomprensiones de los heroicos guerreros por la independencia, que respeta y quiere con verdadera devoción, pero no alcanzan a entender la inteligencia y el desprendimiento de este hombre màs joven que tiene un concepto renovado de la patria republicana que quiere fundar y de los peligros que le acechan fruto de su pensamiento agudo que avizora y anticipa lo que será el imperialismo para el continente del Bravo a la Patogonia, y sabe que la tarea de gigante que exigen los tiempos no la pueden sostener personas o grupos de personas, sino la nación entera para que sea obra perdurable. Los viejos y los nuevos. Los veteranos guerreros y los bisoños.
Por eso le dice a Rodríguez Otero en 1886: Ni hay hombres màs dignos de respeto que los que no se avergüenzan de haber defendido la patria con honor: ni sujetos màs despreciables que los que se valen de las convulsiones públicas para servir, como coqueta, su fama personal o adelantar, como jugadores, su interés privado.
En una carta a Máximo Gómez fechada en Nueva York, 20 de octubre de 1884, le explica sus preocupaciones ante el celo de lo viejos guerreros de monopolizar la guerra que él està organizando: Un pueblo no se funda, General, como se manda un campamento; y cuando en los trajines preparativos de una revolución, màs delicada y compleja que otra alguna, no se muestra el deseo sincero de conocer y conciliar todas las labores, voluntades y elementos que ha de hacer posible la lucha armada, mera forma del espíritu de independencia, sino la intención, bruscamente expresada a cada paso, o mal disimulada de hacer servir todos los recursos de la fe y de guerra que levante el espíritu a los propósitos cautelosos y personales de los jefes justamente afamados que se presentan a capitanear la guerra. ¿què garantías puede haber de que las libertades públicas, único objeto digno de lanzar un país a la lucha, sean mejor respetadas mañana?
En esa misma carta le reclama al general respeto por el trabajo “con mucho dolor” de organizar una nueva hornada de luchadores y le expresa: Domine Ud., General, esta pena, como dominé yo el sábado el asombro y disgusto con que oí un importuno arranque de Ud. y una curiosa conversación que provocó a propósito de él el General Maceo, en la que quiso-¡locura mayor¡ darme a entender que debíamos considerar la guerra de Cuba como una propiedad exclusiva de usted, en la que nadie puede poner pensamiento ni obra sin cometer profanación, y la cual ha de dejarse, si se la quiere ayudar, servil y ciegamente en sus manos. ¡No: no, por Dios- ¿pretender sofocar el pensamiento, aún antes de verse, como se verán Uds. , mañana, al frente de un pueblo entusiasmado y agradecido, con todos los arreos de la victoria? La patria no es de nadie: y si es de alguien, será, y esto sòlo en espíritu, de quien la sirva con mayor desprendimiento e inteligencia.
Ante el General Antonio Maceo defiende sus posiciones con absoluta claridad en carta del 8 de enero de 1894 cuando ya la guerra està pròxima: “Y que es a usted por orgullo y cariño, que ojalà entienda usted, tan grandes como son, digo yo muy naturalmente todo lo que pienso y quisiera decirlo todo dìa por dìa- porque sin compararme en el valer, me siento uno con usted en la capacidad de morir en el país, y de servirlo con sinceridad, y mejorarlo desde las raíces, y de suprimirme y sufrirlo todo por su servicio- siento en usted un alma gemela. No me diga lisonjero, ni que le digo esto por necesitar ahora de usted para llevar adelante como gloria mía esto que he desenvuelto de manera que sea la obra de todos y no puede ser sin todos.”
Después de muchos años de aunar voluntades diversas, desde las màs humildes hasta las màs reconocidas, desde 1878, José Martì logra proclamar el 10 de abril de 1892 el Partido Revolucionario Cubano y precisa que se ha fundado “para poner la república sincera en la guerra, de modo que ya en la guerra vaya, e impere por poder incontrastable, después de la guerra” porque cree que los partidos que duran arrancan de la conciencia pública, “ vienen a ser el molde visible del alma de un pueblo, y su brazo y su voz.” Cuando al año siguiente se produce la elección anual Martì celebra este suceso democrático de elegir a los representantes, la posibilidad de que el que es delgado hoy, puede dejar de serlo mañana y recalca: “La grandeza es esa del partido revolucionario: que para fundar una Republica ha empezado por la República. Su fuerza es esa: que es la obra de todos, da derecho a todos.
En ese mismo texto, Persona y patria, de abril de 1893 Martì expresa: “Tenemos la médula de la República, criada en la médula y el destierro; y los hábitos y el recelo saludable del gobierno republicano” y agrega “el cubano, indómito a veces por lujo de rebeldía, es tan áspero al despotismo como cortés con la razón. El cubano es independiente, moderado y altivo. Es dueño y no quiere dueños. Quien pretenda ensillarlo, será sacudido.
Como es conocedor profundo de las fuerzas que han movido la historia y conoce el alma humana, en su artículo Los pobres de la tierra, apunta los factores que ha de tener en cuenta la conducción del país: Un pueblo està hecho de hombres que resisten, y hombres que empujan: del acomodo que acapara, y de la justicia, que se rebela: de la soberbia que sujeta y deprime, y del decoro, que no priva al soberbio de su puesto, ni cede el suyo: de los derechos y opiniones de todos sus hijos està hecho un pueblo y no de los derechos y opiniones de una clase sola de sus hijos: y el gobierno de un pueblo es el arte de ir encaminando sus realidades, bien sean rebeldías o preocupaciones, por la vía màs breve posible, a la condición única de la paz, que es aquella que no haya un solo derecho mermado.
El 14 de marzo de 1892, cuando sale a la luz el periódico Patria en Nuestras ideas vuelve sobre la república que quiere fundar: “Se habrá de defender, en la patria redimida, la política popular, en que se acomoden por el mutuo reconocimiento, las entidades que el puntillo o el interés pudieran traer a choque y en la proclamación del Partido Revolucionario Cubana, el 10 de abril de 1892 reitera que la labor de este partido que organiza la guerra para que “el país, por falta de ordenación oportuna, no atraiga y justifique el arrebato de un caudillo impaciente, con igual daño grave del caudillo y de la república; para componer la guerra, y preparar la victoria, de modo que las aseguren, por el equilibrio de la justicia de los hechos, los factores mismos que por su diversidad y recelos pudieran perturbarla y para procurar que la fundación de la república no caiga en manos incapaces, ni parciales.
Martì que ha conocido en profundidad los sistema políticos de Estados Unidos y América Latina, comprende la importancia imprescindible de la unión y funda un partido para organizar la tarea republicana que se ha propuesto desde la guerra misma, pero aclara en Patria el 30 de abril de 1892: “ La unidad de pensamiento, que de ningún modo quiere decir la servidumbre de la opinión, es sin duda condición indispensable del éxito de todo programa político, y de toda especie de empresa, principalmente de aquellas que por la fuerza, la novedad y la oportunidad del pensamiento se acercan màs al éxito que cuando iban sin otro rumbo que la pasión o el deseo desordenado, que màs perturban que serán los ánimos y alejan que acercan, en un país harto probado y harto razonador para lanzarse a tentativas oscuras que no satisfagan su juicio.” Y define: Abrir al desorden el pensamiento del partido revolucionario Cubano serìa tan funesto como reducir su pensamiento a una unanimidad imposible en un pueblo compuesto por factores diversos, y en la misma naturaleza humana.

miércoles, 15 de abril de 2009

El jardín de Bianca













Bianca Pizorno tiene un jardín en su corazón, ahora crecido en su casita de la isla Cerdeña। Sòlo los que tienen esas fuerzas dentro pueden escribir algo tan conmovedor como Escucha mi corazón que acaba de ser publicado en España o convertir una historia como la de Lavinia en algo hermoso y aleccionador.
Desde que Bianca vino por primera vez a Cuba se fascinó con este otra isla, con el desfile de los niños hacia las escuelas en la mañana, con las bibliotecas a su disposición, con tantas cosas garantizadas a pesar de que el país vivía la crisis de los 90. Ella se amigó con los trabajadores de la Biblioteca Rubén Martínez Villena de la Habana Vieja y organizò una campaña en Italia para que todos los viajeros de ese país trajeran un libro para los niños.
Y ya quedò emparentada para siempre con Cuba. Ha traducido libros, ha acogido a escritores cubanos en su casa, ha presentado los libros de los cubanos y las cubanas en Italia, ha participado en jornadas de solidaridad.
Su voz siempre se ha alzado contra las injusticias, en defensa de los derechos de los ciudadanos y ciudadanas de mañana, ha merecido innumerables premios, pero el que màs valora es el del reconocimiento de los niños en su país, que la saludan en la calle como a una amiga. Ella es una de las màs conocidas y populares autoras para la infancia en Italia. No por gusto fue escogida como Embajadora de buena voluntad de la UNICEF.
En la màs reciente Feria Internacional del Libro de La Habana la Editorial Gente Nueva ha presentado su libro La increible historia de Lavinia en su colección Veintiuno que escoge sus textos como una apuesta por lo valiente, novedoso y actual, una literatura para niños, adolescentes y jóvenes sin prejuicios, ni temas tabú, según aclara en sus propósitos.
La hermosa edición a cargo del reconocido narrador Enrique Pérez, con diseño de María Elena Cicard e ilustraciones de Arístides Hernández, Ares, tiene una introducción de Bianca que explica las motivaciones del libro y señala: Agradezco por la inspiración: a Andersen por la pequeña vendedora de fósforos, a Tolkien por el anillo, a King por la mirada. A Voltaire porque sí y a la Madre Naturaleza por la caca. No se aconseja la lectura de este libro a personas demasiado melindrosas.
La autora ha donado sus derechos de esa obra y también los de Una escuela para Lavinia, La muñeca viva y La muñeca del alquimista que irán apareciendo próximamente en esa misma colección que es un regalo para los chicos y chicas de Cuba porque incluye a los mejores escritores del mundo. Será una gran oportunidad de asomarse al jardín de Bianca donde el abono es el amor a esos que José Martì consideraba la esperanza del mundo.

martes, 7 de abril de 2009

Nacimiento de Hada con H




La niña que luego serìa conocida como Hada con H se escapò del vientre de su mamá, sin avisar, antes del tiempo previsto. Habitualmente, las niñas y los niños llegan a lo profundo de su mamá como una semilla, que tarda en florecer nueve meses, pero Hada con H se impacientó.
En realidad lo que sucede en el vientre de la mamá desde el momento en que aparece la semilla parece cosa de magas o de hadas y lo es aunque como buena magia al fin no se ve a simple vista o porque lo esencial es invisible a los ojos y sòlo se ve con el corazón, tal como sentenció el Pequeño Príncipe.
La semilla de donde nacen las niñas y los niños hace un largo viaje con otras muchas, muchas, desde dentro del papá, pero como si una varita mágica le hubiera dado particular fuerza, esa única semilla es la que llega a un huevo que tiene la mamá, allá en la gran cueva de la vida y entra como las otra semillas en la tierra.
Es como una siembra por eso las niñas y los niños se parecen tanta a las plantas con sus caras como flores y los brazos, como ramas y los pies como raíces, pero como los árboles son pájaros fijados a la tierra también se parecen a los pájaros y hasta los peces, porque como los peces esa primera cuna en el vientre de la mamá esta hecha con muchos líquidos, un agua especial que los alimenta desde que la semilla, después un largo viaje entra en la mamá.
Eso lo supo la niña que serìa conocida como Hada con H cuando la abuela le contó la historia de su nacimiento y el susto que le hizo pasar a todos con su apuro. Porque lo que suele suceder es que cuando la semilla se establece en el vientre de la mamá y se acomoda en esa primera cuna, ese primer nido o casa, demora nueve largos meses en convertirse en una niña o un niño. Es un huevo, casa, cuna, nido lleno de un agua especial para alimentar a la criatura que debe estar lista a los nueve meses.
Pero esa agua, contenta porque va a hacer un trabajo muy hermoso, de tan feliz que està, quiere jugar y juega a dibujar. Comienza a moverse y juega a que formará un pez o un pajarito hasta que decide que surjan poco a poco, como en un rompecabezas, aprendido de memoria, todos los pedacitos, que juntos, hacen una niña o un niño.
La que niña que después llamarían Ada con H, aunque parecía estar muy a gusto en la bolsa de agua donde crecía, porque los análisis mèdico así lo demostraban, daba noticias de cierta inquietud. Sentía el corazón de su mamá latir junto con el de ella, la respiración de su mamá y cualquier cosa que pasará a la mamá. Si estaba triste, si estaba alegre. Era un lugar muy cálido, muy agradable, como una piscina hecha a la medida, pero tan justo que no podía estirarse, porque aquella bolsa de agua y cariño la obligaba a estar encogida, como un saltador o un saltamontes cuando se preparan para el salto y por eso daba vueltas para acá y para allá. Cuando ya llevaba tres meses en lo hondo y era un bebé en miniatura comenzó a dar síntomas de que también le llegaban lejano, lejanísimo, como cuando se està en una cueva, los sonidos del exterior, porque la mamá sentía los saltitos en su vientre si la perra Preciosa ladraba mucho cada vez que alguien tocaba a la puerta, o cuando los tambores que tocaba el papá llegaban al punto màs alto o sonaba el silbato del tren anunciando su paso.
En la casa todos estaban alegres, esperando a la que serìa Hada con H. Preparaban ropitas, cuna, bañadera, sábanas bordadas, coches y hasta un velocípedo. Un gran ajuar que incluía una repisa con libros de cuento y otros para dibujar. En todas las conversaciones salía a relucir como serìa aquel bulto que crecía en la barriga de la mamá. ¿Serìa rubia o morena?,
¿Tan dulce como el padre o tan enérgica como la madre?¿ Le gustarían los cuentos de la abuela o preferiría encaramarse en los árboles, como el abuelo. que tenìa por oficio encaramarse en las altas palmas para pedirles el palmiche que engorda a los puerco. Era el gran juego de las adivinanzas para develar un gran misterio que sòlo se puede saber con el pasar del tiempo.
La madre se relamía de gusto, como la perra Preciosa ante un plato de picadillo, cuando pensaba que en lo màs profundo de ella, dentro de la bolsa maravillosa, la que serìa Hada con H iba creciendo cada día con los latidos de su corazón, con el mismo aìre que ella respiraba, con las frutas que comía y se cuidaba mucho para que la niña naciera sana, porque antes de que aquel aparato mèdico lo determinara, ella sabía que era una niña.
Por eso le pedía al papá que no tocara los tambores cerca de ella, a la abuela que no pusiera tan alto el programa donde oía los danzones, aunque fuera muy melodiosa su música.
Le exigía al hijo mayor que bajara el volumen cuando veía las películas de los huevos que querían ser pollos, de supuestas guerras de galaxias, de anillos extraños de la historia, o de Harry Potter que lo hacían gritar por las sorpresas en esas aventuras.
Y le prohibió terminantemente a la perra Preciosa que ladrara detrás del gato o ante la puerta, aunque no pudo convencer a los gorriones de que suspendieran su concierto cada mañana.
Ah, pero a pesar de todos esos cuidados parece que hasta la niña que crecía dentro de su barriga, llegaban todos aquellos sonidos tentadores y quería averiguar como el curioso Meñique, de donde salían y una mañana tan pronto los gorriones entonaron su saludo matutino comenzó a moverse tanto y tan rápidamente que rompió la bolsa acuática y se salió para asombro de la madre que del susto empezó a gritar, contagió a la abuela, a la perra Preciosa, al gato y hasta los gorriones que salieron en bandadas piando. Se armó tal algarabía que vinieron los bomberos, los médicos en una ambulancia y al final no se supo si la niña llorò o rió porque el ruido lo silenció, pero lo que no pudo ser silenciada fue la mirada de la niña que, para nueva sorpresa de todos se movía de un lado a otro como el Gato con botas cuando estaba preocupado.
La comitiva se encaminó al hospital con bomberos, la abuela, el papá tocando los tambores, la perra Preciosa, el gato, los vecinos y hasta los gorriones que decidieron seguir aquel carnaval repentino. El susto ya se habìa ido volando en un papalote que apareció en el cielo y que rozó la ambulancia con su cola multicolor.
Después de bañada y vestida por una enfermera que cantaba bajito todo el tiempo, la familia pudo reparar en la criatura, que era tan pequeñita, que cabía en una hoja del perfumado caisimòn como la Almendrita del libro Habìa una vez
- Pero està muy bien, la chica aseguraron los médicos.
- Es del tamaño de hada de Pinocho, o de la Campanilla de Peter Pan, sòlo le faltan las alas, dijo arrobada la abuela.

Lo cierto es que la niña se asemejaba a los liliputienses que encontró Gulliver en sus viajes o al ratoncito Jerry que tantos apuros le hace pasar al gato Tom, pero era tan dulce como las hadas dulces, porque hay hadas malas como la que maldijo a La Bella durmiente.
- Me gusta ese nombre, exclamó la mama, la llamaremos Ada.
- Si, pero Ada con H, para que se sepa que esta relacionada con las hadas de las màs lindas historias escritas para los niños desde que el tiempo empezó a ser contado.
Hada con H se fue enterando de esas historias de hadas, gatos con botas, bellas durmientes, gracias a la abuela que se las contaba desde antes que le salieran los dientes, antes de tiempo también, y antes de que caminara por su cuna como si llevara alas en la espalda cuando le salían los dientes.
- Alabao, decía la abuela como la Cucha, de la televisión, pero esta niña es una bola de apuro.
Y seguía contàdole y contándole. La abuela estaba segura que los cuentos propician la buena salud y motivan a hacer preguntas, como las cosquillas a reír. Pero le llamaba la atención que la niña, seguía como las muñecas, pequeña y hermosa como si alguna hada estuviera haciendo algún conjuro para que Hada con H se fuera a convertir en hada de verdad.
Hada con H, ajena aquellas preocupaciones de la abuela, continúo su vida como los otros niños. Bajó de la cuna, corría por toda la casa como si tuviera alas, corría detrás de la perra Preciosa y el gato, le echaba pedacitos de pan a los gorriones que pronto inundaron la casa confianzudos, intentaba coger las flores del flamboyán que se asomaba por la ventana y todo lo preguntaba.
-¿ Por què la perra no puede volar y los gorriones si?
-¿Dónde se esconde el sonido de los tambores de papá?
- ¿Por donde entra la música que canta mamá?
La abuela respondía siempre las preguntas y las respuestas eran como cuentos que explicaban todos aquellos misterios que hada con H quería descubrir. Hasta que un día surgió la interrogante que màs difícil fue para la abuela.
Del alero de la ventana cayó un nido de gorriones llenos de huevitos. La niña no permitió que la perra y el gato lo tocaran.
-Es muy frágil el nido, no lo aprietes, porque en esos huevecitos están los hijos de los gorriones, dijo la abuela Zoila
Hada con H se quedò callada por un rato y después preguntó:
- Abuela,¿ de que nido vengo yo?
La abuela comenzó a narrar entonces las peripecias del nacimiento de Hada con H.



sábado, 21 de marzo de 2009

martes, 10 de marzo de 2009

PREGUNTAS



Dónde reencontraremos
los días venturosos de creer
aquellos días desgarrantes
y tiernos en las preguntas
cuando pastábamos como dioses
seguros de llegar a alguna parte
¿a donde vamos incrédulos
ya sin preguntas?.

sábado, 7 de marzo de 2009

Felicidades mujeres


Mujeres de todo el mundo, que cada dìa de la vida sea nuestro, de celebración y gozo, porque a pesar de los históricos obstáculos fuimos ocupando la mitad vacía del cielo y ahora, con esfuerzos y desgarraduras, nos vamos adueñando del planeta que los hombres han convertido en un campo perenne de batalla, donde el poder usurpa el sitio que corresponde al amor. Felicidades por todo lo alcanzado y que esos crecimientos estimulen a seguir con el alma en ristre a favor de la equidad indispensable para la armonía universal.

martes, 3 de marzo de 2009

La otra canción



Ya puedo ser feliz
y te puedo olvidar
Egregia en la humildad
Del equinoccio
Iniciador del ciclo...
Hasta en el trópico
Percibo enamorada
El gran suceso
Ah esa luz paciente
Experta artesana
En recomponer
La dicha simple
La de formar parte
De un secreto concierto
Ya puedo ser feliz
Y te puedo olvidar.

miércoles, 25 de febrero de 2009

El libro


A pesar de los malos augurios sobre su permanencia frente al desarrollo veloz de las tecnologías audiovisuales, el libro mantiene su lozanía aunque es quizás la màs antigua forma de recoger y guardar los saberes humanos. Su proliferación en Cuba durante los màs recientes 50 años es uno de los sucesos que sin dudas hay que celebrar tras la histórica Campaña de Alfabetización que permitió a todos convertirse en lectores potenciales y he ahí un complemento indispensable para el sostenimiento del libro: los lectores; y una acción que consagra a ambos: la lectura.
Por supuesto que se publican libros justificados por su utilidad y no pocos que son todo lo contrario, así que tampoco el asunto es leer por leer, porque en la eterna contradicción de la especie figura usar para bien y para mal las distintas formas de progreso que se fueron creando desde la inauguración de la existencia humana. La lanza que servía para procurar alimentos pronto fue empleada para matar al semejantes, el fuego indispensable para calentarse y cocer también se usó para quemar y arrasar al enemigo y màs recientemente, la famosa red de redes, INTERNET, que propicia comunicarnos de una punta a la otra del planeta, ofrece tantas posibilidades para aprender como para degenerar con las drogas del momento: la violencia, la pornografía, el consumo enfermizo, porque lamentablemente el fanatismo religioso de otros tiempos es consagrado hoy a otros fetiches.
Como la aplicación de cualquier síntoma de progreso no llega parejamente a todas las esquinas del planeta, la prueba es que hay millones de analfabetos, el libro sigue siendo un ausente de muchas comunidades de terrícolas, a las que, sin embargo, llega la radio y la televisión que sirven para propagandizar, entre otras cosas, los libros pero que a la vez van condicionando un cierto facilismo perceptivo. La radio como la lectura obliga a un mayor uso de la imaginación, el destinatario està obligado a participar completando lo que lee o escucha con las imágenes de su propia cosecha. La TV pudiera hacer lo mismo si desde su surgimiento hubiera acudido a una mayor elaboración pero lamentablemente la simplificación de todos los contenidos se ha convertido mayoritariamente en su lenguaje, aunque, sin dudas, usada con fines verdaderamente culturales es un instrumento muy valioso para el aprendizaje y el goce.
En realidad ninguno de los adelantos tecnológicos se contraponen y si se utilizaran adecuadamente pueden ser complementarios. Por eso es muy importante que se valore el libro en lo que vale en el sentido práctico y en el espiritual. Por su formato un libro puede ir en el bolsillo, la cartera, la mochila y leerse en las màs disímiles circunstancias: para aligerar una espera, para estar en contacto con los saberes donde no hay otros medios y por el placer de los descubrimientos, por sus contenidos un libro puede proporcionarnos viajes de lo màs profundo de los sentimientos humanos a los secretos de la galaxia.
A pesar de la sobrevivencia saludable del libro, hay grandes preocupaciones en el mundo sobre la lectura que, según los especialistas, favorece ciertos mecanismos cerebrales para el desarrollo del lenguaje y el pensamiento. Pero el placer de la lectura, como tantos otros, es necesario cultivarlo desde la cuna, luego consolidarlo en la escuela y continuar provocándolo en las bibliotecas. Habría que revisar como andan los fondos de las bibliotecas escolares, de las bibliotecas públicas, que cantidad de títulos y ejemplares presentados en ferias y otros eventos llegan hasta ellas, còmo se promueve el libro, si las maestras y maestros y las bibliotecarias y bibliotecarios hablan màs de la telenovela de actualidad o del libro que fue presentado recientemente. Pero ese será tema para otro intercambio. Mientras les recomiendo Ecología interior, de Orlando Licea Díaz, un libro apasionante sobre la gran aventura de mirarnos por dentro.

jueves, 19 de febrero de 2009

Hasta el gato


La XVIII Feria Internacional de Libro de La Habana se las ha arreglado para resultar màs intensa este año. A pesar de que muchas librerías de la capital comenzaron a vender las novedades antes de que comenzara el gran evento, la afluencia de público ha sido impresionante. Apenas se puede caminar entre el gentío que va de un lado a otro buscando sus libros. Muchos niños, muchos jóvenes son una presencia estimulante y a pesar de la crisis económica nacional y la internacional la gente se gasta la plata. Para los extranjeros es una gran oportunidad porque aunque a los cubanos nos parecen caros, son los precios màs bajos en tarifas libreras del mundo. Para los màs chicos es difícil escoger entre tantos títulos, con bellas ilustraciones y al alcance del màs modesto bolsillo. Eso sí, las presentaciones a plena sol tienen sus inconvenientes que pueden ser atenuados en próximas ediciones. Ya hablaremos del tema, hay mucho que decir después que dos paneles sobre las canciones `para niños y los productos audiovisuales que los tienen como destinatario, desataron encendidas polémicas. Pero la Feria superó esta vez las expectativas siempre altas que ya ha establecido. Y una se alegra de que a pesar de ciclones, crisis, inconformidades Cuba pueda hacer esa fiesta que no se pierde ni el gato.