Hace mucho tiempo que es agònico entrar a Internet.No se si hay contra fuegos, o apaga fuegos, o como se llame pero para una persona cuyo trabajo depende de ese elemento, es verdaderamente neurotizante consumir las horas de trasmisiòn esperando a que se abra esta o auella pàgina, el correo electrònico, las textos que debe revisar. No se como ha sido posible entrar a este espacio en el que no puedo manifestarme ni ocasionalmente por las razones antes explicadas. ¿Quien estarà causando la incomunicaciòn? Los enemigos o los camaradas.
Las vueltas de la vida
Pero yo siempre muy feliz vuelo, tanto si vivo, como si muero cruz413@gmail.com
sábado, 30 de noviembre de 2013
sábado, 13 de julio de 2013
Marti, la magia de escribir para la infancia
Se puede publicar un
periódico de niños sin caer de la majestad a la que ha de procurar alzase todo
hombre, sentencia José Martì en carta del 3 de agosto de 1889 a su amigo Manuel
Mercado comentándole sus razones para asumir la gran empresa de escribir La
edad de oro y aclara que el titulo es del editor.
“Una empresa en la que he
consentido entrar, porque mientras me llega la hora de morir en otra mayor,
como deseo ardientemente, -le explica Martì a su amigo Mercado-. en esta puedo
al menos, a la vez que ayudar al
sustento con decoro, poner de manera que sea durable y útil todo lo que a pura
sangre me ha ido madurando en el alma.”
Martì tiene 37 años por esos
días de empeño de trasmitirle a los niños y niñas,- aspecto que deja
establecido desde la primera página de la revista-, su aprendizaje arduo de la
vida con el propósito de “ que ayude a
lo que quisiera yo ayudar, que es a llenar nuestras tierras de hombres
originales, criados para ser felices en
la tierra en que viven, y vivir conforme a ella, sin divorciarse de ella, ni
vivir infecundamente en ella, como ciudadanos retóricos o extranjeros
desdeñosos nacidos por castigo en esta otra parte del mundo. El abono se puede
traer de otras partes pero el cultivo se ha de hacer conforme al suelo. A
nuestros niños los hemos de criar para niños de su tiempo y hombres de
América”, le argumenta en la misiva a su amigo mexicano Mercado.
Cuando emprendió esa tarea no
faltaron los alarmados porque fuera a dedicar su talento a obra menuda,” los
que esperaban, con la excusable malignidad del hombre, verme por esta tentativa
infantil, por debajo de lo que se creían obligados a ver en mí, han venido a
decirme, con su sorpresa más que con sus palabras, que se puede hacer un
periódico de niños sin caer de la majestad a que ha de procurar alzarse todo
hombre.” , expresa Martì para sintetizar su convicción de que escribir para la
infancia es una responsabilidad tan grande y digna como para cualquier otro destinatario..
En esa carta del 3 de agosto
de 1889 y en el texto A los niños que lean La edad de oro, están en buena
medida las esencias de sus convicciones de cómo se ha de escribir para los
niños de quienes piensa, “saben más de lo que parece, y si les dijeran que escribiesen
lo que saben, muy buenas cosas que escribirían” y de hecho los convoca a
escribir, pero aclara “sobre cosas de su edad, para que puedan escribirla bien,
porque para escribir bien de una cosa hay que saber de ella mucho. Así queremos
que los niños de América sean. Hombres que digan lo que piensan, y lo digan
bien: hombres elocuentes y sinceros.”
Cuando se leen los artículos
de la revista La edad de oro,- Los tres
héroes, La historia del hombre contada
por sus casas, Las ruinas indias, Músicos, poetas y pintores, La historia de la
cuchara y el tenedor, El padre Las Casas, Un paseo por la tierra de los
anamitas,- se pone de manifiesto que ningún tema le paresia ajeno a los niños y
a la vez su profundo respeto,- y el
deseo de inculcarlo a los chicos,- a la diversidad de la naturaleza y de la
cultura creada por los diferentes pueblos, sean asiáticos, africanos, europeos
o de las Amèricas para definir : “ Estudiando se aprende eso, que el hombre es
el mismo en todas partes, y aparece y crece de la misma manera, sin más
diferencias que la de la tierra en que vive.”
En todas esas narraciones que
Martì denomina artículos, aunque tienen la estructura de cuentos, está también
el interés de mostrar la dialéctica de lo viejo y lo nuevo, dar los elementos para hacer comprender de donde
han surgido las ideas y las realizaciones de los terrícolas, los procesos de la
realidad que parecen cosa de magia, los nexos entre el pasado y el presente.
Escribe con profundidad pero
de manera que pueda ser comprensible para los niños lectores, sin menoscabo de
su estilo particular, maestro en el dominio del idioma y de gran calidad
literaria, convencido de que los chicos entenderán y serán seducidos por las
maravillas que descubrirán en su acercamiento
a sucesos cotidianos o a obras como La Iliada, a la cual usa para explicar asunto tan
complejo como el de las creencias religiosas.
“ Como que son los hombres
los que inventan los dioses a su semejanza, -explica-,y cada pueblo imagina un
cielo diferente, con divinidades que viven y piensa lo mismo que el pueblo que
las ha creado y las adora en los templos: porque el hombre se ve pequeño ante
la naturaleza que lo crea y lo mata, y siente la necesidad de creer en algo
poderoso, y de rogarle, para que lo trate bien en el mundo, y para que no le
quite la vida.”
Justo esas ideas de Martì
chocan con las concepciones del dueño de la revista La edad de oro, lo cual le
comunica en carta del 26 de noviembre de 1889 a su entrañable amigo Mercado.
La edad de oro ha salido de
sus manos “ a pesar del amor con que la comencé, porque, por creencia o por
miedo del comercio, quería el editor el “temor a Dios”, y que el nombre de
Dios, y no la tolerancia y el espíritu divino, estuvieran en todos los
artículos e historias.”
“ ¿Qué se ha de fundar así en
tierras tan trabajadas por la intransigencia religiosa como las nuestras?,- se
pregunta Martì. y continúa: Ni ofender de propósito el credo dominante, porque
fuera abuso de confianza y falta de educación, ni propagar de propósito un
credo exclusivo”
Y veladamente se lamenta:”La
precaución del programa, y el singular éxito de critica del periódico, no me
han valido para evitar este choque con las ideas, ocultas hasta ahora, el
interés alarmado del dueño de La Edad.”
Sólo cuatro veces apareció la revista durante los meses de julio, agosto,
septiembre y octubre de 1889, lo suficiente para darle un vuelco total al modo
de dirigirse a los niños tanto para el recreo como para la instrucción, porque
no faltan los cuentos, los poemas, las fábulas en las 32 paginas de cada mes de La edad de oro, porque el
hombre que la escribía era conocedor de la naturaleza humana y comprendía la
necesidad lúdica al punto de expresar. en el artículo Un juego nuevo y otros viejos:
“Los pueblos, lo mismo que los niños,
necesitan de tiempo en tiempo, algo así como correr mucho, reírse mucho y dar
gritos y saltos” y aprovecha para situar el parentesco ineludible de los
terrícolas: “ Es muy curioso; los niños de ahora juegan a lo mismo que los
niños de antes; la gente de los pueblos que no se han visto nunca juegan a las
mismas cosas.”
A pesar de la presunta corta
vida de La edad de oro, los niños de la época establecieron comunicación
epistolar con el redactor.. En el último número precisamente aparece un
comentario de Martì al respecto:
“Los niños han leído mucho el
número pasado de La edad de oro, y son graciosas las cartas que mandan,
preguntando si es verdad todo lo que dice el artículo de La exposición de París.
Por supuesto que es verdad. A los niños no se le ha de decir más que la
verdad.”
Y esa verdad, como demuestran
no sólo La edad de oro, sino el Ismaelillo y las cartas a la niña María
Mantilla, no escatima las realidades duras de la existencia, la lucha por el
sustento, los esfuerzos para el aprendizaje, las injusticias, la existencia de
los
malvados, los egoístas. Nada
de los horrores del mundo y de la propia naturaleza humana le oculta Martì a
los niños pero también les devela las maravillas que pueden encontrar según su
concepto pedagógico de que a los niños hay que hacerles hombros que soporten el
peso de la vida , lo que implica una didáctica
que propicie el entendimiento de las complejidades de la existencia, y a
la vez propicie las fuerzas internas,
espirituales, para imponerse a ellas y ser una persona digna.
En la Historia de la cuchara y
el tenedor hay una síntesis de esas concepciones: “ Y la vida no es difícil de entender tampoco.
Cuando uno sabe para lo que sirve todo lo que da la tierra, y sabe lo que han
hecho los hombres en el mundo, siente unos deseos de hacer más: y eso es la
vida. Porque los que están con los brazos cruzados, sin pensar, sin trabajar,
viviendo de los que otros trabajan, esos comen y beben como los demás hombres,
pero en la verdad de la verdad, esos no están vivos.
Ha pasado más de un siglo de
los días en que se escribió La edad de oro sin embargo sólo quien no la haya
leído a profundidad podrá decir que es asunto de otro tiempo. Lo lamentable es
que escritores, incluso maestros, se refieren sólo a una parte de ella, la de cuentos
y poemas y no hay referencias a esas narraciones que cubren pasado y actualidad
que son una muestra magistral de cómo escribir de cualquier tema para acercarlo
a los no entendidos, niños y jóvenes o adultos.
Martì ciertamente escribió
para todos los tiempos, y en su modo de dirigirse a los más jóvenes dejó
abierto un camino que vale la pena recorrer en una época en que todavía los
terrícolas no ha encontrado las divinas fuerzas que los integran y que puestas
en acción pueden llevarlos a trascender las circunstancias por difíciles que
sean y vivir con mayor plenitud el breve tiempo de paso por el planeta. La
magia posible para conseguirlo fue uno de los aportes esenciales de eso hombre
que sólo aspiraba a que lo quisieran como un amigo.
martes, 19 de marzo de 2013
Con mucho placer y gratitud presento este comentario del editor Carlos Fuentes sobre mi libro Los ojos del corazòn, publicado por la Editorial Cauce, de Pinar del Rio en la XXII Feria del libro de La Habana.
“Lo esencial es invisible a los ojos”
Carlos Fuentes
Dijo Antoine de Saint Exupéry en su
universal Pequeño príncipe que lo
esencial es invisible a los ojos, solo se ve bien con el corazón y esta
sentencia ha servido a Soledad Cruz para titular el libro publicado en la
colección Fililí de las ediciones Almargen de la editorial Cauce.
Soledad Cruz Guerra nació en Florida,
Camagüey y actualmente vive en La
Habana, escenarios que sustentan esta narración. Ha sido
publicada por las editoriales Unión, Abril, Gente Nueva, Capitán San Luis y en
alguna ocasión, premiada con La Rosa Blanca
por la calidad de sus textos. Sus inicios fueron en el periodismo y su
tenacidad en este campo la dio a conocer por toda la Isla y el extranjero. Estamos
ante una Periodista devenida escritora para niños, a la cual este ejercicio del
periodismo –con los rigores conocidos– la condujo a moverse con soltura en un
género, también de rigores como lo es la creación literaria para niños.
Los
ojos del corazón incluye
siete historias –según Enrique Pérez Díaz, director de Gente Nueva– protagonizadas
por niños y niñas que hoy se enfrentan a su diario acontecer, con el asombro de
quienes recorren un camino que se les abre incierto en la meta de entenderse
con el –a veces incomprensible y traumático– universo que los adultos trazan
para ellos”. Un libro de sobria imaginación, lirismo y un deseo de trascender
en pos de una ética del mejoramiento humano.
Destaca el cuaderno por la presencia de
un estilo narrativo diáfano para el que la autora ha tenido muy en cuenta el
destinatario que consumirá cada historia. Destaca también por una cubanidad
desbordante y por la defensa de los valores identitarios necesarios en la
formación de la personalidad de los infantes. Las historias son atractivas, narradas
unas veces a través de un narrador omnisciente y para otras utiliza Soledad al
narrador personaje en primera persona. Los cuentos no responden a una
estructura clásica, pues la intención de la autora va un poco más allá, existe una
unidad tonal, un hilo conductor entre ellas, a penas perceptible, que acercan
al cuaderno un tanto al genero novela si consideramos que Soledad ha creado su
propio cosmos a partir del personaje –digamos favorito– Hada con H ya conocido por los que desde hace
algunos años trabajamos con su naciente obra para niños.
El libro representa en su conjunto un
canto de añoranza hacia lo natural; el grito que exige salvaguardar nuestra
espiritualidad, los valores de nuestras raíces y expone entre otras temáticas:
la crítica social al entorno urbano, la migración interna del Oriente del país
hacia La Habana,
los efectos que causa la ausencia del padre en la formación de los hijos y el
amor en la adolescencia.
Para no dejar de ser fiel a la
nomenclatura de un buen libro para niños, Soledad incluye referencias
literarias como a Cien años de soledad,
los Cuentos de Guane; e históricos
como a Los jardines colgantes de Babilonia para reforzar aún más ese valor
axiológico imprescindible en toda creación literaria para niños.
Antes de concluir me gustaría hacer
referencia aparte a un cuento que destaca en el conjunto y que representa en sí
toda la intención pretendida por Soledad, se trata de “Ave prefiere las
montañas” donde la narración alcanza un alto relieve lírico a partir de las
descripciones tan poéticas que el narrador hace de Barrio nuevo, sitio donde se
desarrolla parte de las historias: Ave es una niña de diez años que según la
autora, “clasifica en el equipo de los niños”: marcas de la escritura que
invisten de autenticidad al libro. El personaje se debate entre la decisión de
sus padres de marcharse a la ciudad de Bayamo y su deseo de permanecer en las
montañas junto a sus abuelos y amigos: conocida dicotomía campo-ciudad que
tendrá como solución el consentimiento de los padres de Ave que aún perturbada
por el abandono, seguirá prefiriendo las montañas.
Cito: En la felicidad imaginada de Ave se
produce un ruidito, igual al que se escuchó cuando a la vieja acacia se le
partió una rama en la ventolera grande de octubre. Es que va a extrañar a sus
padres Violeta y Narciso, y hasta la “porfía”, así lo llamó Arcadio, entre la
ciudad y la montaña, pero igual que a la acacia le salió otro retoño, justo en
el pedazo desnudo que dejó la rama caída, se recompone el bienestar de Ave que
ahora sabe que decidir es escoger entre una cosa y otra y ocasiona un ruidito
por donde puede entrar la añoranza, esa sensación que aparece cuando las nubes
se estacionan en el copito de la loma donde vive, oscurecen el ambiente,
empañan la mirada, borran las imágenes y Ave desea que las brumas sean
desalojadas por la claridad. Pero Ave prefiere las montañas. -Fin de la cita.
No me queda más que invitarles a la
lectura del libro que también lleva las ilustraciones de Dariel Curbelo, la
corrección de Lizet Gómez y la edición y diseño de Carlos Fuentes y Rodríguez. Más
que estimularlos, casi exijirles el consumo de esta propuesta de Soledad Cruz
muy leída por su periodismo hace tres décadas atrás y que con esta creación
para niños completa un ciclo en su formación como intelectual.
viernes, 8 de febrero de 2013
Avatares democràticos
Pasaron las elecciones cubanas satisfactoriamente, tendremos un parlamento de mejor composiciòn en cuanto a la representatividad de los diversos sectores sociales y ha sido votado por un alto por ciento de los electores, lo cual no ocurre en casi ninguna parte de este planeta, asi que digan lo que digan los empeñados en negar todo lo valioso que ocurre en Cuba la evidencia es notable. Estoy contenta porque a pesar de todas las contradicciones, arbitariedades, torpezas incluso en el afàn de rectificar lo que la pràctica demostrò como fallido, la mayorìa de las cubanas y cubanos siguen apostando a la Revoluciòn que mantiene escuelas, servicios de salud, garantìas del bien comùn que estàn siendo seriamente afectadas hasta en los llamados paìses desarrollados. Es un acto de lucidez colectiva porque los ciudadanos no han votado por la simpatìa o promesas de este o aquel candidato sino por la certidumbre de que a pesar de desaciertos nativos y presiones foràneas la lìnea de trabajo, la polìtica cumple su esencia de servicio pùblico como prioridad. Pero a mi como ciudadana me hubiera gustado porponer desde mi circunscipciòn al periodista Pepe Alejandro, que desde las pàginas de Juventud Rebelde con su secciòn Acuse de recibo realiza una extraordinaria labor de bùsquedas de respuesta a los problemas de las gentes y tambièn desde Canal Habana y Radio Rebelde. Hay muchos periodistas meritorios como diputados, pero Pepe Alejandro se ha ganado el derecho a ser diputado cumpliendo con una tarea que la propia Asamblea Nacional analizò: la respuesta a la ciudadanìa, tarea que està muy por debajo delos requirimientos de la poblaciòn. Un periodista sensible a los problemas cotidianos de la gente, un articulista de profundos anàlisis sobre la realidad nacional, un revolucionario a toda prueba tendrìa que ser diputado hace tiempo, y ha estado propuesto, pero misteriosamente no ha clasificado.Y este ejemplo supone uno de los aspectos que debe considerar nuestro diseño de democracia. No sòlo tienen que estar en el parlamento los mejores ciudadanos, sino los que màs capacidad tengan para el anàlisis, el discernimiento sobre los problemas, la sensibilidad y posibilidad de poder expresarlo, los lìderes naturales que existen en todos los sectores, porque no hay que ser intelectual o ilustrado para poseer esas caracterìsticas, son condiciones que poseen unos màs que otros aunque sean igualmente dignos, decentes, honrados. Por otra parte, hay un reclamo respecto a nuestro parlamento que las autoridades electorales tienen que tomar en cuenta: los electores quieren un contacto mayor con sus diputados, quieren conocerlos personalmente, intercambiar con ellos, manifestarles de viva voz sus inquietudes y no veo por què no es posible en una legislatura de cinco años que cada diputado no se encuentre con las gentes que lo propuso y votò por el o ella, tiene que establecerse una dinàmica diferente en ese aspecto porque es lo natural, pero ademàs en las circunstancias cubanas es muy necesario, como es necesario que los dirigentes del poder popular se conozcan en la base, asistan a las asambleas de circunscripciòn, den la cara, expliquen los entuertos, las posibles soluciones, informen sobre los presupuestos del municipio y el emepleo que se hace de ellos. No podemos llamarnos a engaño tenemos una situaciòn compleja en el paìs y mientras las campañas del enemigo arrecian, billete en mano, ademàs, no se trabaja casa a casa, cuadra a cuadra como los tiempos requieren y para colmo no se le da el respaldo que merecen y necesitan los delegados.Con la cantidad de emisoras radiales que existen en elpaìs y los telecentros por provincia hace tiempo que deberìan haber espacios donde los dirigentes del Poder Pupular, del gobierno, deberìan tener espacios de contacto con el pueblo, ademàs de ser visibles en fàbricas, hospitales, escuelas. Tiene que haber un diàlogo constante entre las autoridades del Poder Pupular y las gentes y no se puede esgrimir el facilista argumento de que no tienen las soluciones de los problemas concretos materiales, porque justo de ese contacto con las gentes tienen que salir las prioridades y la explicaciòn exhaustiva de lo que no tiene soluciòn por el momento. No se trata de acudir a la demagogia como hacen en otros sitios, sino de escuchar a los ciudadanos, de dedicarles el tiempo que merecen para que sientan que cuentan a escala individual, personal, que participan realmente y no sòlo porque apoyan en general a la revoluciòn. Hay otros aspectos de la vida ciudadana que no toman en cuenta ni al delgado, ni a sus electores que van desde que no se programa y anuncia la fumigaciòn , a que llegan trabajadores de comunales y destrozan los àrboles sin que se anuncie y mientras se habla de ecologìa se niega la polìtica ecològica, hasta que de pronto alguien se acuerda de la estètica del urbanismo y se pretende que lo que costò mucho a familias para ampliarse o mejorar su vivienda sea destruido sin verdadero anàlisis con la comunidad, sin tener en cuenta que afecta o no, en que ciudad, dentro de cuales tradiciones. Entonces la tolerancia gubernamental la tiene que pagar el ciudadano y el delegado que tiene que estar al tanto de todo eso porque cosas que afectan a la comunidad no se tiene en cuenta y por ende a los reclamos de sus electores. No, asi no pueden ser las cosas por respeto elemental a la ciudadanìa y por que hay medios y suficientes dirigentes en todas las instancia para que todos esos procesos se realicen de otro modo. Es importante resticar los desaguisados del urbanismo pero no es lo mismo en la ciudad de La Habana que en Esmeralda, o Magarabomba o Mamanatuabo y si no hay suficientes recursos para reparar como los hay para destruir lo construido. Y sobre todo que esas medidas se toman y luego cada aplicador las interpreta a su manera y todo eso forma parte del Gobierno y por ende tiene que estar implicado el Poder Popular en todas sus instancias. Nuestro diseño de democracia trasciende en muchos sentidos la democracia burguesa pero no es perfecto, no funciona como deberìa, hay que dinamizarlo desd el delegado hasta el diputado. Ni las palabras, ni las buenas intenciones, ni siquiera las realizaciones que lo respaldan justifican la complacencia ante modos, mètodos, que estàn urgidos de ser constantemente mejorados segùn las circunstancias indiquen.
viernes, 18 de enero de 2013
La repùblica de Josè Martì
Criatura inagotable, eterna y
contemporánea, tanto tiempo después de su nacimiento, el 28 de enero de 1853 y
de su muerte en campaña, el 19 de mayo de 1895, José Martì tiene mucho que
enseñar a los latinoamericanos de hoy empeñados
en unirse como “la plata en las raíces de los andes” cuando un tipo de
socialismo autoritario implotò y el capitalismo muestra síntomas de profundo
agotamiento.
Volver sobre sus páginas siempre asombra
porque no hay asunto de la naturaleza, la sociedad, lo terreno y lo divino que
no haya motivado su interés, pero no hay pasión que supere su amor por Cuba, no
sòlo liberarla de la opresión colonial, sino dentro de esa lucha crear las
bases para el nacimiento de una república que no repitiera los errores de sus
vecinas, del norte y del sur en el Siglo XIX.
Martì, que supo prever los peligros
que entrañaba para la región el afán imperial de Estados Unidos, también señaló
certero los defectos de las que llamó
dolorosas repúblicas latinoamericanas donde la independencia de España no evitó
los males de la colonia, porque ” quedò
la libertad entre los poderosos que no la amaban, o la entendían sòlo para su
casta superior; porque la masa pública no conocía la libertad, ni la sabían
defender, ni entendía los medios de propagarla y mantenerla porque la mayoría
nacional, que es la que asegura la libertad, entendió sòlo de ella el espíritu
de independencia contra el extranjero”
El hombre que proclama yo quiero
que la primera ley de la
República sea el culto
de los cubanos a la dignidad plena del hombre, està pronunciándose por otro
tipo de organización social. Diferente a la que ha conocido en las
repúblicas del continente. Quien lo lea
con hondura descubrirá que quiere una distribución diferente de las riquezas.
Sabe que la opulencia de unos produce desequilibrio y como el Jesús de Nazaret
piensa y se lo escribe a su amigo Eligio Carbonell el 10 de enero de 1892:”
Este mundo tiene increíbles vilezas, ocasionadas casi todas por el interés. No
hay màs modo de salvarse, Eligio, que moderar las necesidades. La sobriedad es
la virtud. El que necesita poco es fácilmente honrado”. Y define: “Es
preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos. El progreso no es verdad
sino cuando penetra en las masas y es parte de ellas.”
Es un pacifista que organiza una
guerra contra el colonialismo porque no le han dejado otra alternativa para
procurar con la libertad una República donde el trabajo honrado y la concordia
de los elementos diversos produzcan el bienestar de todos.
Todos es su palabra sagrada, y
cuando alguien, por mucho que lo respete y admire no entiende esa máxima pelea
duro por convencerlo y no se rinde. Antepone por eso a los efectos nefastos del
caudillismo durante la Guerra
de los diez año-1868-1878- en Cuba y en la de independencia las repúblicas
americanas, el principio ecuménico y democrático de con todos y para el bien de
todos.
Tiene que bregar duro con muchas
incomprensiones de los heroicos guerreros por la independencia, que respeta y
quiere con verdadera devoción, pero no alcanzan a entender la inteligencia y el
desprendimiento de este hombre màs joven que tiene un concepto renovado de la
patria republicana que quiere fundar y de los peligros que le acechan fruto de
su pensamiento agudo que avizora y anticipa lo que será el imperialismo para el
continente del Bravo a la
Patogonia, y sabe que la tarea de gigante que exigen los
tiempos no la pueden sostener personas o grupos de personas, sino la nación
entera para que sea obra perdurable. Los viejos y los nuevos. Los veteranos
guerreros y los bisoños.
Por eso le dice a Rodríguez Otero
en 1886: Ni hay hombres màs dignos de respeto que los que no se avergüenzan de
haber defendido la patria con honor: ni sujetos màs despreciables que los que
se valen de las convulsiones públicas para servir, como coqueta, su fama
personal o adelantar, como jugadores, su interés privado.
En una carta a Máximo Gómez fechada
en Nueva York, 20 de octubre de 1884, le explica sus preocupaciones ante el
celo de los viejos guerreros de monopolizar la guerra que él està organizando:
Un pueblo no se funda, General, como se manda un campamento; y cuando en los
trajines preparativos de una revolución, màs delicada y compleja que otra
alguna, no se muestra el deseo sincero de conocer y conciliar todas las
labores, voluntades y elementos que ha de hacer posible la lucha armada, mera
forma del espíritu de independencia, sino la intención, bruscamente expresada a
cada paso, o mal disimulada de hacer servir todos los recursos de la fe y de
guerra que levante el espíritu a los propósitos cautelosos y personales de los
jefes justamente afamados que se presentan a capitanear la guerra. ¿què
garantías puede haber de que las libertades públicas, único objeto digno de
lanzar un país a la lucha, sean mejor respetadas mañana?
En esa misma carta le reclama al
general respeto por el trabajo “con mucho dolor” de organizar una nueva hornada
de luchadores y le expresa: Domine Ud., General, esta pena, como dominé yo el
sábado el asombro y disgusto con que oí un importuno arranque de Ud. y una
curiosa conversación que provocó a propósito de él el General Maceo, en la que
quiso-¡locura mayor¡ darme a entender que debíamos considerar la guerra de Cuba
como una propiedad exclusiva de usted, en la que nadie puede poner pensamiento
ni obra sin cometer profanación, y la cual ha de dejarse, si se la quiere
ayudar, servil y ciegamente en sus manos. ¡No: no, por Dios- ¿pretender sofocar
el pensamiento, aún antes de verse, como se verán Uds. , mañana, al frente de un
pueblo entusiasmado y agradecido, con todos los arreos de la victoria? La
patria no es de nadie: y si es de alguien, será, y esto sòlo en espíritu, de
quien la sirva con mayor desprendimiento e inteligencia.
Ante el General Antonio Maceo
defiende sus posiciones con absoluta claridad
en carta del 8 de enero de 1894 cuando ya la guerra està próxima: “Y que
es a usted por orgullo y cariño, que ojalà entienda usted, tan grandes como
son, digo yo muy naturalmente todo lo
que pienso y quisiera decirlo todo dìa por dìa- porque sin compararme en el
valer, me siento uno con usted en la capacidad de morir en el país, y de
servirlo con sinceridad, y mejorarlo desde las raíces, y de suprimirme y
sufrirlo todo por su servicio- siento en usted un alma gemela. No me diga
lisonjero, ni que le digo esto por necesitar ahora de usted para llevar
adelante como gloria mía esto que he desenvuelto de manera que sea la obra de
todos y no puede ser sin todos.”
Después de muchos años de aunar voluntades diversas,
desde las màs humildes hasta las màs reconocidas, desde 1878, José Martì logra
proclamar el 10 de abril de 1892 el Partido Revolucionario Cubano y precisa
que se ha fundado “para poner la
república sincera en la guerra, de modo que ya en la guerra vaya, e impere por
poder incontrastable, después de la guerra” porque cree que los partidos que
duran arrancan de la conciencia pública, “ vienen a ser el molde visible del
alma de un pueblo, y su brazo y su voz.” Cuando al año siguiente se produce la
elección anual Martì celebra este suceso democrático de elegir a los
representantes, la posibilidad de que el que es delgado hoy, puede dejar de
serlo mañana y recalca: “La grandeza es esa del partido revolucionario: que
para fundar una Republica ha empezado por la República. Su fuerza
es esa: que es la obra de todos, da derecho a todos.
En ese mismo texto, Persona y
patria, de abril de 1893 Martì expresa: “Tenemos la médula de la República, criada en la
médula y el destierro; y los hábitos y el recelo saludable del gobierno republicano”
y agrega “el cubano, indómito a veces
por lujo de rebeldía, es tan áspero al despotismo como cortés con la razón. El
cubano es independiente, moderado y altivo. Es dueño y no quiere dueños. Quien
pretenda ensillarlo, será sacudido.
Como es conocedor profundo de las
fuerzas que han movido la historia y conoce el alma humana, en su artículo Los
pobres de la tierra, apunta los factores que ha de tener en cuenta la
conducción del país: Un pueblo està hecho de hombres que resisten, y hombres
que empujan: del acomodo que acapara, y de la justicia, que se rebela: de la
soberbia que sujeta y deprime, y del decoro, que no priva al soberbio de su
puesto, ni cede el suyo: de los derechos y opiniones de todos sus hijos està
hecho un pueblo y no de los derechos y opiniones de una clase sola de sus
hijos: y el gobierno de un pueblo es el arte de ir encaminando sus realidades,
bien sean rebeldías o preocupaciones, por la vía màs breve posible, a la
condición única de la paz, que es aquella que no haya un solo derecho mermado.
El 14 de marzo de 1892, cuando sale
a la luz el periódico Patria en Nuestras
ideas vuelve sobre la república que quiere fundar: “Se habrá de defender, en la
patria redimida, la política popular, en que se acomoden por el mutuo
reconocimiento, las entidades que el puntillo o el interés pudieran traer a
choque y en la proclamación del Partido Revolucionario Cubana, el 10 de abril
de 1892 reitera que la labor de este partido
que organiza la guerra para que “el país, por falta de ordenación
oportuna, no atraiga y justifique el arrebato de un caudillo impaciente, con
igual daño grave del caudillo y de la república; para componer la guerra, y
preparar la victoria, de modo que las aseguren, por el equilibrio de la
justicia de los hechos, los factores mismos que por su diversidad y recelos
pudieran perturbarla y para procurar que la fundación de la república no caiga
en manos incapaces, ni parciales.
Martì que ha conocido en
profundidad los sistema políticos de Estados Unidos y América Latina, comprende
la importancia imprescindible de la unión y funda un partido para organizar la
tarea republicana que se ha propuesto desde la guerra misma, pero aclara en
Patria el 30 de abril de 1892: “ La unidad de pensamiento, que de ningún modo
quiere decir la servidumbre de la opinión, es sin duda condición indispensable
del éxito de todo programa político, y de toda especie de empresa,
principalmente de aquellas que por la fuerza, la novedad y la oportunidad del
pensamiento se acercan màs al éxito que cuando iban sin otro rumbo que la
pasión o el deseo desordenado, que màs perturban que serán los ánimos y alejan
que acercan, en un país harto probado y harto razonador para lanzarse a
tentativas oscuras que no satisfagan su juicio.” Y define: Abrir al desorden el
pensamiento del partido revolucionario Cubano serìa tan funesto como reducir su
pensamiento a una unanimidad imposible
en un pueblo compuesto por factores diversos, y en la misma naturaleza humana.
El Socialismo del Siglo XXI tiene
en la República
soñada por Martì un referente que no debe soslayar.
martes, 15 de enero de 2013
Libros para niños en la cercana Feria
Otra vez se acerca la Feria Internacional
del Libro de La Habana. La XXII. Otra
vez la Editorial Gente
Nueva ha preparado un racimo de obras para los más chicos, los preadolescentes,
los jóvenes y en verdad es muy amplio ese diapasón etario desde los pequeñuelos
que comienzan a leer hasta los que
ya leen de corrido, como decían los
abuelos.
Justo la escritura para los pequeñuelos es la más difícil y
en general los libros que le están destinados, porque como se sabe esas
primeras edades requieren de particulares atractivos y también de posibilidades
de participar que les entusiasme.
Por eso hay que saludar el que ya estén listos para presentarse
en la gran fiesta del libro y la lectura cuatro títulos que pueden resultar
seductores para las primeras hornadas de lectores: Musiquito, de Lina de
feria, El espantapájaros, de Olga
Navarro, Contar hasta Diez, de Reinaldo Álvarez Lemus y Coloreando Caballos, de
Emilio L. Arias Borrego.
Musiquito, de la Colección
Tesoro, con ilustraciones de Anabel Alfonso y Gabriela
Gutiérrez aproxima a una historia sencilla y de fácil comprensión sobre la
amistad entre diferentes: un canario trompetista, un niño, una familia y un
gato y sus escenarios y peripecias se pueden colorear mientras se van
conociendo.
Musiquito, el canario trompetero, no es muy grande, pero sus
ojos están llenos de amor, por eso su música brota cálida como los rayos de un
sol refulgente, y fresca como la hierba buena.
En Coloreando Caballos no se trata sólo de colorear diversos
tipos de caballos ilustrados por el propio autor, sino de conocerlos porque de
forma sintética aparece una información útil de donde vienen los caballos, como
se denominan cada una de las partes de su cuerpo, las característicos similares
y diferentes según los lugares de
surgimiento y el uso que le dan los terrícolas en sus vidas. Pero también
incluye a los caballos mitológicos,- centauro. Pegaso, unicornio-, y una lista
de jinetes famosos.
PEGASO. Caballo alado de la mitología griega, hijo de
Poseidón, dios del mar, y de la divinidad Medusa. Fue domado por Belerofonte, a
quien acompañó en sus aventuras contra las amazonas y la Quimera.
Si en Musiquito y Coloreando caballos existe la posibilidad
de poner en acción los lápices de colores, en El espantapájaros está la de
aprender canciones sin desentonar, porque es una historia que incluye letras y
música con las partituras al alcance de los ojos para que padres, maestros o
amigos u otros niños que estudian música las puedan echar a volar.
Tengo una casa de cristal
Tilín tilàn tilín tilàn
Y sus paredes suena
Tilín tilàn tilín tilàn
Puedo mirar al cielo
Acostada en mi cama
Y asomarme al paisaje
Sin abrir la ventana
Cuando la lluvia cae
Tilín tilàn
Siento mil campanillas
Sonando igual
Y cuando el sol calienta
Me hace pensar
Que mi casa es un huevo
Que han puesto a asar
Tilín tilan tilín tilan
Tilín tilín tilan tilan
Asi suena mi casa de cristal
Pero tanto El espantapájaros como Contar hasta diez tienen
un encanto adicional: las muy peculiares, hermosas y artísticas ilustraciones
de Raúl Martínez, cuya obra le ha consagrado como uno, si no, el más
significativo ilustrador de libros para niños y jóvenes.
Las ilustraciones de contar hasta diez son particularmente
imaginativas partiendo de la figura de los números reproducidas con las
bondades de plasticidad que ofrece la imagen de un payaso. A ese verdadero
regalo visual se añade la gracia y el ingenio de los poemas de Reinaldo
Álvarez, multipremiado autor que sabe aprovechar las posibilidades de la escritura, la música
y el teatro para lograr una obra con la que fácilmente se identifican los
pequeños.
El uno
El uno se aburre
No sabe que hacer
Nadie lo visita
Ni juega con èl
Y trenza los pies
Soñando algún día
Llegar a ser diez.
Esta pequeña muestra de lo que podrán disfrutar los niños
con los libros pensados para que ellos se diviertan y tengan la posibilidad de
participar es sòlo una hendija que nos permita avizorar lo que aparecerá cuando
se abran las puertas de la cercana Feria Internacional de Libro de La Habana en febrero próxima
Habrá mucho más y será avisado.
jueves, 27 de diciembre de 2012
Tendriamos tanto que hacer para convertir este univeros hermoso que nos ha tocado en un sitio amable. Y podemos hacerlo aunque tantos nos quieran convencer de que estamos condenados a la prehistoria que todavia vivimos. Elementales, primitivos, todavia somos los y las terrìcolas como si continuàramos viviendo en la cueva a pesar de redes electrònicas, telefònos mòviles y viajes siderales, sin enterarnos que el mundo es ancho y nuestro si verdaderamente llegamos a compartir acciones para mejorarlo.Que el 2013 sea un tiempo de propònernoslo para que los parabienes que nos deseamos tengan sentido. Felicidades para los que estàn dispuestos.
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