sábado, 30 de noviembre de 2013

Incomunicaciòn

Hace mucho tiempo que es agònico entrar a Internet.No  se si hay contra fuegos, o apaga fuegos, o como se llame pero para una persona cuyo trabajo depende de ese elemento, es verdaderamente neurotizante consumir las horas de trasmisiòn esperando a que se abra esta o auella pàgina, el correo electrònico, las textos que debe revisar. No se como ha sido posible entrar a este espacio en el que no puedo manifestarme ni ocasionalmente por las razones antes explicadas. ¿Quien estarà causando la incomunicaciòn? Los enemigos o los camaradas.

sábado, 13 de julio de 2013

Marti, la magia de escribir para la infancia





Se puede publicar un periódico de niños sin caer de la majestad a la que ha de procurar alzase todo hombre, sentencia José Martì en carta del 3 de agosto de 1889 a su amigo Manuel Mercado comentándole sus razones para asumir la gran empresa de escribir La edad de oro y aclara que el titulo es del editor.
“Una empresa en la que he consentido entrar, porque mientras me llega la hora de morir en otra mayor, como deseo ardientemente, -le explica Martì a su amigo Mercado-. en esta puedo al menos, a la vez que ayudar  al sustento con decoro, poner de manera que sea durable y útil todo lo que a pura sangre me ha ido madurando en el alma.”
Martì tiene 37 años por esos días de empeño de trasmitirle a los niños y niñas,- aspecto que deja establecido desde la primera página de la revista-, su aprendizaje arduo de la vida con el propósito de “  que ayude a lo que quisiera yo ayudar, que es a llenar nuestras tierras de hombres originales,  criados para ser felices en la tierra en que viven, y vivir conforme a ella, sin divorciarse de ella, ni vivir infecundamente en ella, como ciudadanos retóricos o extranjeros desdeñosos nacidos por castigo en esta otra parte del mundo. El abono se puede traer de otras partes pero el cultivo se ha de hacer conforme al suelo. A nuestros niños los hemos de criar para niños de su tiempo y hombres de América”,  le argumenta en la  misiva a su amigo mexicano Mercado.
Cuando emprendió esa tarea no faltaron los alarmados porque fuera a dedicar su talento a obra menuda,” los que esperaban, con la excusable malignidad del hombre, verme por esta tentativa infantil, por debajo de lo que se creían obligados a ver en mí, han venido a decirme, con su sorpresa más que con sus palabras, que se puede hacer un periódico de niños sin caer de la majestad a que ha de procurar alzarse todo hombre.” , expresa Martì para sintetizar su convicción de que escribir para la infancia es una responsabilidad tan grande y digna como  para cualquier otro destinatario..
En esa carta del 3 de agosto de 1889 y en el texto A los niños que lean La edad de oro, están en buena medida las esencias de sus convicciones de cómo se ha de escribir para los niños de quienes piensa, “saben más de lo que parece, y si les dijeran que escribiesen lo que saben, muy buenas cosas que escribirían” y de hecho los convoca a escribir, pero aclara “sobre cosas de su edad, para que puedan escribirla bien, porque para escribir bien de una cosa hay que saber de ella mucho. Así queremos que los niños de América sean. Hombres que digan lo que piensan, y lo digan bien: hombres elocuentes y sinceros.”
Cuando se leen los artículos de la revista La edad de oro,-  Los tres héroes,  La historia del hombre contada por sus casas, Las ruinas indias, Músicos, poetas y pintores, La historia de la cuchara y el tenedor, El padre Las Casas, Un paseo por la tierra de los anamitas,- se pone de manifiesto que ningún tema le paresia ajeno a los niños y a la vez  su profundo respeto,- y el deseo de inculcarlo a los chicos,- a la diversidad de la naturaleza y de la cultura creada por los diferentes pueblos, sean asiáticos, africanos, europeos o de las Amèricas para definir : “ Estudiando se aprende eso, que el hombre es el mismo en todas partes, y aparece y crece de la misma manera, sin más diferencias que la de la tierra en que vive.”
En todas esas narraciones que Martì denomina artículos, aunque tienen la estructura de cuentos, está también el interés de mostrar la dialéctica de lo viejo y lo nuevo, dar  los elementos para hacer comprender de donde han surgido las ideas y las realizaciones de los terrícolas, los procesos de la realidad que parecen cosa de magia, los nexos entre el pasado y el presente.
Escribe con profundidad pero de manera que pueda ser comprensible para los niños lectores, sin menoscabo de su estilo particular, maestro en el dominio del idioma y de gran calidad literaria, convencido de que los chicos entenderán y serán seducidos por las maravillas que descubrirán en su acercamiento   a sucesos cotidianos o a obras como La Iliada, a la cual usa para explicar asunto tan complejo como el de las creencias religiosas.
“ Como que son los hombres los que inventan los dioses a su semejanza, -explica-,y cada pueblo imagina un cielo diferente, con divinidades que viven y piensa lo mismo que el pueblo que las ha creado y las adora en los templos: porque el hombre se ve pequeño ante la naturaleza que lo crea y lo mata, y siente la necesidad de creer en algo poderoso, y de rogarle, para que lo trate bien en el mundo, y para que no le quite la vida.”
Justo esas ideas de Martì chocan con las concepciones del dueño de la revista La edad de oro, lo cual le comunica en carta del 26 de noviembre de 1889 a su entrañable amigo Mercado.
La edad de oro ha salido de sus manos “ a pesar del amor con que la comencé, porque, por creencia o por miedo del comercio, quería el editor el “temor a Dios”, y que el nombre de Dios, y no la tolerancia y el espíritu divino, estuvieran en todos los artículos e historias.”
“ ¿Qué se ha de fundar así en tierras tan trabajadas por la intransigencia religiosa como las nuestras?,- se pregunta Martì. y continúa: Ni ofender de propósito el credo dominante, porque fuera abuso de confianza y falta de educación, ni propagar de propósito un credo exclusivo”
Y veladamente se lamenta:”La precaución del programa, y el singular éxito de critica del periódico, no me han valido para evitar este choque con las ideas, ocultas hasta ahora, el interés  alarmado del dueño de La Edad.”
Sólo cuatro  veces apareció  la revista durante los meses de julio, agosto, septiembre y octubre de 1889, lo suficiente para darle un vuelco total al modo de dirigirse a los niños tanto para el recreo como para la instrucción, porque no faltan los cuentos, los poemas, las fábulas en las 32 paginas  de cada mes de La edad de oro, porque el hombre que la escribía era conocedor de la naturaleza humana y comprendía la necesidad lúdica al punto de expresar. en el artículo  Un juego nuevo y otros viejos:
 “Los pueblos, lo mismo que los niños, necesitan de tiempo en tiempo, algo así como correr mucho, reírse mucho y dar gritos y saltos” y aprovecha para situar el parentesco ineludible de los terrícolas: “ Es muy curioso; los niños de ahora juegan a lo mismo que los niños de antes; la gente de los pueblos que no se han visto nunca juegan a las mismas cosas.”
A pesar de la presunta corta vida de La edad de oro, los niños de la época establecieron comunicación epistolar con el redactor.. En el último número precisamente aparece un comentario de Martì al respecto:
“Los niños han leído mucho el número pasado de La edad de oro, y son graciosas las cartas que mandan, preguntando si es verdad todo lo que dice el artículo de La exposición de París. Por supuesto que es verdad. A los niños no se le ha de decir más que la verdad.”
Y esa verdad, como demuestran no sólo La edad de oro, sino el Ismaelillo y las cartas a la niña María Mantilla, no escatima las realidades duras de la existencia, la lucha por el sustento, los esfuerzos para el aprendizaje, las injusticias, la existencia de los
malvados, los egoístas. Nada de los horrores del mundo y de la propia naturaleza humana le oculta Martì a los niños pero también les devela las maravillas que pueden encontrar según su concepto pedagógico de que a los niños hay que hacerles hombros que soporten el peso de la vida , lo que implica una didáctica  que propicie el entendimiento de las complejidades de la existencia, y a la vez  propicie las fuerzas internas, espirituales, para imponerse a ellas y ser una persona digna.
En la Historia de la cuchara y el tenedor hay una síntesis de esas concepciones: “  Y la vida no es difícil de entender tampoco. Cuando uno sabe para lo que sirve todo lo que da la tierra, y sabe lo que han hecho los hombres en el mundo, siente unos deseos de hacer más: y eso es la vida. Porque los que están con los brazos cruzados, sin pensar, sin trabajar, viviendo de los que otros trabajan, esos comen y beben como los demás hombres, pero en la verdad de la verdad, esos no están vivos.
Ha pasado más de un siglo de los días en que se escribió La edad de oro sin embargo sólo quien no la haya leído a profundidad podrá decir que es asunto de otro tiempo. Lo lamentable es que escritores, incluso maestros, se refieren sólo a una parte de ella, la  de  cuentos y poemas y no hay referencias a esas narraciones que cubren pasado y actualidad que son una muestra magistral de cómo escribir de cualquier tema para acercarlo a los no entendidos, niños y jóvenes o adultos.
Martì ciertamente escribió para todos los tiempos, y en su modo de dirigirse a los más jóvenes dejó abierto un camino que vale la pena recorrer en una época en que todavía los terrícolas no ha encontrado las divinas fuerzas que los integran y que puestas en acción pueden llevarlos a trascender las circunstancias por difíciles que sean y vivir con mayor plenitud el breve tiempo de paso por el planeta. La magia posible para conseguirlo fue uno de los aportes esenciales de eso hombre que sólo aspiraba a que lo quisieran como un amigo.



martes, 19 de marzo de 2013








 Con mucho placer y gratitud presento este comentario del editor Carlos Fuentes sobre mi libro Los ojos del corazòn, publicado por la Editorial Cauce, de Pinar del Rio en la XXII Feria del libro de La Habana.

“Lo esencial es invisible a los ojos”
Carlos Fuentes

Dijo Antoine de Saint Exupéry en su universal Pequeño príncipe que lo esencial es invisible a los ojos, solo se ve bien con el corazón y esta sentencia ha servido a Soledad Cruz para titular el libro publicado en la colección Fililí de las ediciones Almargen de la editorial Cauce.
Soledad Cruz Guerra nació en Florida, Camagüey y actualmente vive en La Habana, escenarios que sustentan esta narración. Ha sido publicada por las editoriales Unión, Abril, Gente Nueva, Capitán San Luis y en alguna ocasión, premiada con La Rosa Blanca por la calidad de sus textos. Sus inicios fueron en el periodismo y su tenacidad en este campo la dio a conocer por toda la Isla y el extranjero. Estamos ante una Periodista devenida escritora para niños, a la cual este ejercicio del periodismo –con los rigores conocidos– la condujo a moverse con soltura en un género, también de rigores como lo es la creación literaria para niños.
Los ojos del corazón incluye siete historias –según Enrique Pérez Díaz, director de Gente Nueva– protagonizadas por niños y niñas que hoy se enfrentan a su diario acontecer, con el asombro de quienes recorren un camino que se les abre incierto en la meta de entenderse con el –a veces incomprensible y traumático– universo que los adultos trazan para ellos”. Un libro de sobria imaginación, lirismo y un deseo de trascender en pos de una ética del mejoramiento humano.
Destaca el cuaderno por la presencia de un estilo narrativo diáfano para el que la autora ha tenido muy en cuenta el destinatario que consumirá cada historia. Destaca también por una cubanidad desbordante y por la defensa de los valores identitarios necesarios en la formación de la personalidad de los infantes. Las historias son atractivas, narradas unas veces a través de un narrador omnisciente y para otras utiliza Soledad al narrador personaje en primera persona. Los cuentos no responden a una estructura clásica, pues la intención de la autora va un poco más allá, existe una unidad tonal, un hilo conductor entre ellas, a penas perceptible, que acercan al cuaderno un tanto al genero novela si consideramos que Soledad ha creado su propio cosmos a partir del personaje –digamos favorito–  Hada con H ya conocido por los que desde hace algunos años trabajamos con su naciente obra para niños.
El libro representa en su conjunto un canto de añoranza hacia lo natural; el grito que exige salvaguardar nuestra espiritualidad, los valores de nuestras raíces y expone entre otras temáticas: la crítica social al entorno urbano, la migración interna del Oriente del país hacia La Habana, los efectos que causa la ausencia del padre en la formación de los hijos y el amor en la adolescencia.
Para no dejar de ser fiel a la nomenclatura de un buen libro para niños, Soledad incluye referencias literarias como a Cien años de soledad, los Cuentos de Guane; e históricos como a Los jardines colgantes de Babilonia para reforzar aún más ese valor axiológico imprescindible en toda creación literaria para niños.
Antes de concluir me gustaría hacer referencia aparte a un cuento que destaca en el conjunto y que representa en sí toda la intención pretendida por Soledad, se trata de “Ave prefiere las montañas” donde la narración alcanza un alto relieve lírico a partir de las descripciones tan poéticas que el narrador hace de Barrio nuevo, sitio donde se desarrolla parte de las historias: Ave es una niña de diez años que según la autora, “clasifica en el equipo de los niños”: marcas de la escritura que invisten de autenticidad al libro. El personaje se debate entre la decisión de sus padres de marcharse a la ciudad de Bayamo y su deseo de permanecer en las montañas junto a sus abuelos y amigos: conocida dicotomía campo-ciudad que tendrá como solución el consentimiento de los padres de Ave que aún perturbada por el abandono, seguirá prefiriendo las montañas.
Cito: En la felicidad imaginada de Ave se produce un ruidito, igual al que se escuchó cuando a la vieja acacia se le partió una rama en la ventolera grande de octubre. Es que va a extrañar a sus padres Violeta y Narciso, y hasta la “porfía”, así lo llamó Arcadio, entre la ciudad y la montaña, pero igual que a la acacia le salió otro retoño, justo en el pedazo desnudo que dejó la rama caída, se recompone el bienestar de Ave que ahora sabe que decidir es escoger entre una cosa y otra y ocasiona un ruidito por donde puede entrar la añoranza, esa sensación que aparece cuando las nubes se estacionan en el copito de la loma donde vive, oscurecen el ambiente, empañan la mirada, borran las imágenes y Ave desea que las brumas sean desalojadas por la claridad. Pero Ave prefiere las montañas. -Fin de la cita.
No me queda más que invitarles a la lectura del libro que también lleva las ilustraciones de Dariel Curbelo, la corrección de Lizet Gómez y la edición y diseño de Carlos Fuentes y Rodríguez. Más que estimularlos, casi exijirles el consumo de esta propuesta de Soledad Cruz muy leída por su periodismo hace tres décadas atrás y que con esta creación para niños completa un ciclo en su formación como intelectual.





viernes, 8 de febrero de 2013

Avatares democràticos




Pasaron las elecciones cubanas satisfactoriamente, tendremos un parlamento de mejor composiciòn en cuanto a la representatividad de los diversos sectores sociales y ha sido votado por un alto por ciento de los electores, lo cual no ocurre en casi ninguna parte de este planeta, asi que digan lo que digan los empeñados en negar todo lo valioso que ocurre en Cuba la evidencia es notable. Estoy contenta porque a pesar de todas las contradicciones, arbitariedades, torpezas incluso en el afàn de rectificar lo que la pràctica demostrò como fallido, la mayorìa de las cubanas y cubanos siguen apostando a la Revoluciòn que mantiene escuelas, servicios de salud, garantìas del bien comùn que estàn siendo seriamente afectadas hasta en los llamados paìses desarrollados. Es un acto de lucidez colectiva porque los ciudadanos no han votado por la simpatìa o promesas de este o aquel candidato sino por la certidumbre de que a pesar de desaciertos nativos y presiones foràneas la lìnea de trabajo, la polìtica cumple su esencia de servicio pùblico como prioridad. Pero a mi como ciudadana me hubiera gustado porponer desde mi circunscipciòn al periodista Pepe Alejandro, que desde las pàginas de Juventud Rebelde con su secciòn Acuse de recibo realiza una extraordinaria labor de bùsquedas de respuesta a los problemas de las gentes y tambièn desde Canal Habana y Radio Rebelde. Hay muchos periodistas meritorios como diputados, pero Pepe Alejandro se ha ganado el derecho a ser diputado cumpliendo con una tarea que la propia Asamblea Nacional analizò: la respuesta a la ciudadanìa, tarea que està muy por debajo delos requirimientos de la poblaciòn. Un periodista sensible a los problemas cotidianos de la gente, un articulista de profundos anàlisis sobre la realidad nacional, un revolucionario a toda prueba tendrìa que ser diputado hace tiempo, y ha estado propuesto, pero misteriosamente no ha clasificado.Y este ejemplo supone uno de los aspectos que debe considerar nuestro diseño de democracia. No sòlo tienen que estar en el parlamento los mejores ciudadanos, sino los que màs capacidad tengan para el anàlisis, el discernimiento sobre los problemas, la sensibilidad y posibilidad de poder expresarlo, los lìderes naturales que existen en todos los sectores, porque no hay que ser intelectual o ilustrado para poseer esas caracterìsticas, son condiciones que poseen unos màs que otros aunque sean igualmente dignos, decentes, honrados. Por otra parte, hay un reclamo respecto a nuestro parlamento que las autoridades electorales tienen que tomar en cuenta: los electores quieren un contacto mayor con sus diputados, quieren conocerlos personalmente, intercambiar con ellos, manifestarles de viva voz sus inquietudes y no veo por què no es posible en una legislatura de cinco años que cada diputado no se encuentre con las gentes que lo propuso y votò por el o ella, tiene que establecerse una dinàmica diferente en ese aspecto porque es lo natural, pero ademàs en las circunstancias cubanas es muy necesario, como es necesario que los dirigentes del poder popular se conozcan en la base, asistan a las asambleas de circunscripciòn, den la cara, expliquen los entuertos, las posibles soluciones, informen sobre los presupuestos del municipio y el emepleo que se hace de ellos. No podemos llamarnos a engaño tenemos una situaciòn compleja en el paìs y mientras las campañas del enemigo arrecian, billete en mano, ademàs, no se trabaja casa a casa, cuadra a cuadra como los tiempos requieren y para colmo no se le da el respaldo que merecen y necesitan los delegados.Con la cantidad de emisoras radiales que existen en elpaìs y los telecentros por provincia hace tiempo que deberìan haber espacios donde los dirigentes del Poder Pupular, del gobierno, deberìan tener espacios de contacto con el pueblo, ademàs de ser visibles en fàbricas, hospitales, escuelas. Tiene que haber un diàlogo constante entre las autoridades del Poder Pupular y las gentes y no se puede esgrimir el facilista argumento de que no tienen las soluciones de los problemas concretos materiales, porque justo de ese contacto con las gentes tienen que salir las prioridades y la explicaciòn exhaustiva de lo que no tiene soluciòn por el momento. No se trata de acudir a la demagogia como hacen en otros sitios, sino de escuchar a los ciudadanos, de dedicarles el tiempo que merecen para que sientan que cuentan a escala individual, personal, que participan realmente y no sòlo porque apoyan en general a la revoluciòn. Hay otros aspectos de la vida ciudadana que no toman en cuenta ni al delgado, ni a sus electores que van desde que no se programa y anuncia la fumigaciòn , a que llegan trabajadores  de comunales y destrozan los àrboles sin que se anuncie y mientras se habla de ecologìa se niega la polìtica ecològica, hasta que de pronto alguien se acuerda de la estètica del urbanismo y se pretende que lo que costò mucho a familias para ampliarse o mejorar su vivienda sea destruido sin verdadero anàlisis con la comunidad, sin tener en cuenta que afecta o no, en que ciudad, dentro de cuales tradiciones. Entonces la tolerancia gubernamental la tiene que pagar el ciudadano y el delegado que tiene que estar al tanto de todo eso porque cosas que afectan a la comunidad no se tiene en cuenta y por ende a los reclamos de sus electores. No, asi no pueden ser las cosas por respeto elemental a la ciudadanìa y por que hay medios y suficientes dirigentes en todas las instancia para que todos esos procesos se realicen de otro modo. Es importante resticar los desaguisados del urbanismo pero no es lo mismo en la ciudad de La Habana que en Esmeralda, o Magarabomba o Mamanatuabo y si no hay suficientes recursos para reparar como los hay para destruir lo construido. Y sobre todo que esas medidas se toman y luego cada aplicador las interpreta a su manera y todo eso forma parte del Gobierno y por ende tiene que estar implicado el Poder Popular en todas sus instancias. Nuestro diseño de democracia trasciende en muchos sentidos la democracia burguesa pero no es perfecto, no funciona como deberìa, hay que dinamizarlo desd el delegado hasta el diputado. Ni las palabras, ni las buenas intenciones, ni siquiera las realizaciones que lo respaldan justifican la complacencia ante modos, mètodos, que estàn urgidos de ser constantemente mejorados segùn las circunstancias indiquen.

viernes, 18 de enero de 2013

La repùblica de Josè Martì




Criatura inagotable, eterna y contemporánea, tanto tiempo después de su nacimiento, el 28 de enero de 1853 y de su muerte en campaña, el 19 de mayo de 1895, José Martì tiene mucho que enseñar a los latinoamericanos de hoy empeñados  en unirse como “la plata en las raíces de los andes” cuando un tipo de socialismo autoritario implotò y el capitalismo muestra síntomas de profundo agotamiento.
 Volver sobre sus páginas siempre asombra porque no hay asunto de la naturaleza, la sociedad, lo terreno y lo divino que no haya motivado su interés, pero no hay pasión que supere su amor por Cuba, no sòlo liberarla de la opresión colonial, sino dentro de esa lucha crear las bases para el nacimiento de una república que no repitiera los errores de sus vecinas, del norte y del sur en el Siglo XIX.
Martì, que supo prever los peligros que entrañaba para la región el afán imperial de Estados Unidos, también señaló certero  los defectos de las que llamó dolorosas repúblicas latinoamericanas donde la independencia de España no evitó los males de la colonia, porque  ” quedò la libertad entre los poderosos que no la amaban, o la entendían sòlo para su casta superior; porque la masa pública no conocía la libertad, ni la sabían defender, ni entendía los medios de propagarla y mantenerla porque la mayoría nacional, que es la que asegura la libertad, entendió sòlo de ella el espíritu de independencia contra el extranjero”

El hombre que proclama yo quiero que la primera ley de la República sea  el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre, està pronunciándose por otro tipo de organización social. Diferente a la que ha conocido en las repúblicas  del continente. Quien lo lea con hondura descubrirá que quiere una distribución diferente de las riquezas. Sabe que la opulencia de unos produce desequilibrio y como el Jesús de Nazaret piensa y se lo escribe a su amigo Eligio Carbonell el 10 de enero de 1892:” Este mundo tiene increíbles vilezas, ocasionadas casi todas por el interés. No hay màs modo de salvarse, Eligio, que moderar las necesidades. La sobriedad es la virtud. El que necesita poco es fácilmente honrado”. Y define: “Es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos. El progreso no es verdad sino cuando penetra en las masas y es parte de ellas.”
Es un pacifista que organiza una guerra contra el colonialismo porque no le han dejado otra alternativa para procurar con la libertad una República donde el trabajo honrado y la concordia de los elementos diversos produzcan el bienestar de todos.
Todos es su palabra sagrada, y cuando alguien, por mucho que lo respete y admire no entiende esa máxima pelea duro por convencerlo y no se rinde. Antepone por eso a los efectos nefastos del caudillismo durante la Guerra de los diez año-1868-1878- en Cuba y en la de independencia las repúblicas americanas, el principio ecuménico y democrático de con todos y para el bien de todos.
Tiene que bregar duro con muchas incomprensiones de los heroicos guerreros por la independencia, que respeta y quiere con verdadera devoción, pero no alcanzan a entender la inteligencia y el desprendimiento de este hombre màs joven que tiene un concepto renovado de la patria republicana que quiere fundar y de los peligros que le acechan fruto de su pensamiento agudo que avizora y anticipa lo que será el imperialismo para el continente del Bravo a la Patogonia, y sabe que la tarea de gigante que exigen los tiempos no la pueden sostener personas o grupos de personas, sino la nación entera para que sea obra perdurable. Los viejos y los nuevos. Los veteranos guerreros y los bisoños.
Por eso le dice a Rodríguez Otero en 1886: Ni hay hombres màs dignos de respeto que los que no se avergüenzan de haber defendido la patria con honor: ni sujetos màs despreciables que los que se valen de las convulsiones públicas para servir, como coqueta, su fama personal o adelantar, como jugadores, su interés privado.
En una carta a Máximo Gómez fechada en Nueva York, 20 de octubre de 1884, le explica sus preocupaciones ante el celo de los viejos guerreros de monopolizar la guerra que él està organizando: Un pueblo no se funda, General, como se manda un campamento; y cuando en los trajines preparativos de una revolución, màs delicada y compleja que otra alguna, no se muestra el deseo sincero de conocer y conciliar todas las labores, voluntades y elementos que ha de hacer posible la lucha armada, mera forma del espíritu de independencia, sino la intención, bruscamente expresada a cada paso, o mal disimulada de hacer servir todos los recursos de la fe y de guerra que levante el espíritu a los propósitos cautelosos y personales de los jefes justamente afamados que se presentan a capitanear la guerra. ¿què garantías puede haber de que las libertades públicas, único objeto digno de lanzar un país a la lucha, sean mejor respetadas mañana?
En esa misma carta le reclama al general respeto por el trabajo “con mucho dolor” de organizar una nueva hornada de luchadores y le expresa: Domine Ud., General, esta pena, como dominé yo el sábado el asombro y disgusto con que oí un importuno arranque de Ud. y una curiosa conversación que provocó a propósito de él el General Maceo, en la que quiso-¡locura mayor¡ darme a entender que debíamos considerar la guerra de Cuba como una propiedad exclusiva de usted, en la que nadie puede poner pensamiento ni obra sin cometer profanación, y la cual ha de dejarse, si se la quiere ayudar, servil y ciegamente en sus manos. ¡No: no, por Dios- ¿pretender sofocar el pensamiento, aún antes de verse, como se verán Uds. , mañana, al frente de un pueblo entusiasmado y agradecido, con todos los arreos de la victoria? La patria no es de nadie: y si es de alguien, será, y esto sòlo en espíritu, de quien la sirva con mayor desprendimiento e inteligencia.
Ante el General Antonio Maceo defiende sus posiciones con absoluta claridad  en carta del 8 de enero de 1894 cuando ya la guerra està próxima: “Y que es a usted por orgullo y cariño, que ojalà entienda usted, tan grandes como son, digo yo muy naturalmente  todo lo que pienso y quisiera decirlo todo dìa por dìa- porque sin compararme en el valer, me siento uno con usted en la capacidad de morir en el país, y de servirlo con sinceridad, y mejorarlo desde las raíces, y de suprimirme y sufrirlo todo por su servicio- siento en usted un alma gemela. No me diga lisonjero, ni que le digo esto por necesitar ahora de usted para llevar adelante como gloria mía esto que he desenvuelto de manera que sea la obra de todos y no puede ser sin todos.”
Después de  muchos años de aunar voluntades diversas, desde las màs humildes hasta las màs reconocidas, desde 1878, José Martì logra proclamar el 10 de abril de 1892 el Partido Revolucionario Cubano y precisa que  se ha fundado “para poner la república sincera en la guerra, de modo que ya en la guerra vaya, e impere por poder incontrastable, después de la guerra” porque cree que los partidos que duran arrancan de la conciencia pública, “ vienen a ser el molde visible del alma de un pueblo, y su brazo y su voz.” Cuando al año siguiente se produce la elección anual Martì celebra este suceso democrático de elegir a los representantes, la posibilidad de que el que es delgado hoy, puede dejar de serlo mañana y recalca: “La grandeza es esa del partido revolucionario: que para fundar una Republica ha empezado por la República. Su fuerza es esa: que es la obra de todos, da derecho a todos.
En ese mismo texto, Persona y patria, de abril de 1893 Martì expresa: “Tenemos la médula de la República, criada en la médula y el destierro; y los hábitos y el recelo saludable del gobierno republicano” y agrega  “el cubano, indómito a veces por lujo de rebeldía, es tan áspero al despotismo como cortés con la razón. El cubano es independiente, moderado y altivo. Es dueño y no quiere dueños. Quien pretenda ensillarlo, será sacudido.
Como es conocedor profundo de las fuerzas que han movido la historia y conoce el alma humana, en su artículo Los pobres de la tierra, apunta los factores que ha de tener en cuenta la conducción del país: Un pueblo està hecho de hombres que resisten, y hombres que empujan: del acomodo que acapara, y de la justicia, que se rebela: de la soberbia que sujeta y deprime, y del decoro, que no priva al soberbio de su puesto, ni cede el suyo: de los derechos y opiniones de todos sus hijos està hecho un pueblo y no de los derechos y opiniones de una clase sola de sus hijos: y el gobierno de un pueblo es el arte de ir encaminando sus realidades, bien sean rebeldías o preocupaciones, por la vía màs breve posible, a la condición única de la paz, que es aquella que no haya un solo derecho mermado.
El 14 de marzo de 1892, cuando sale a la luz el  periódico Patria en Nuestras ideas vuelve sobre la república que quiere fundar: “Se habrá de defender, en la patria redimida, la política popular, en que se acomoden por el mutuo reconocimiento, las entidades que el puntillo o el interés pudieran traer a choque y en la proclamación del Partido Revolucionario Cubana, el 10 de abril de 1892 reitera que la labor de este partido  que organiza la guerra para que “el país, por falta de ordenación oportuna, no atraiga y justifique el arrebato de un caudillo impaciente, con igual daño grave del caudillo y de la república; para componer la guerra, y preparar la victoria, de modo que las aseguren, por el equilibrio de la justicia de los hechos, los factores mismos que por su diversidad y recelos pudieran perturbarla y para procurar que la fundación de la república no caiga en manos incapaces, ni parciales.
Martì que ha conocido en profundidad los sistema políticos de Estados Unidos y América Latina, comprende la importancia imprescindible de la unión y funda un partido para organizar la tarea republicana que se ha propuesto desde la guerra misma, pero aclara en Patria el 30 de abril de 1892: “ La unidad de pensamiento, que de ningún modo quiere decir la servidumbre de la opinión, es sin duda condición indispensable del éxito de todo programa político, y de toda especie de empresa, principalmente de aquellas que por la fuerza, la novedad y la oportunidad del pensamiento se acercan màs al éxito que cuando iban sin otro rumbo que la pasión o el deseo desordenado, que màs perturban que serán los ánimos y alejan que acercan, en un país harto probado y harto razonador para lanzarse a tentativas oscuras que no satisfagan su juicio.” Y define: Abrir al desorden el pensamiento del partido revolucionario Cubano serìa tan funesto como reducir su pensamiento  a una unanimidad imposible en un pueblo compuesto por factores diversos, y en la misma naturaleza humana.
El Socialismo del Siglo XXI tiene en la República soñada por Martì un referente que no debe soslayar.

martes, 15 de enero de 2013

Libros para niños en la cercana Feria




Otra vez se acerca la Feria Internacional del Libro de La Habana. La XXII. Otra vez la Editorial Gente Nueva ha preparado un racimo de obras para los más chicos, los preadolescentes, los jóvenes y en verdad es muy amplio ese diapasón etario desde los pequeñuelos que comienzan a leer hasta los  que ya  leen de corrido, como decían los abuelos.
Justo la escritura para los pequeñuelos es la más difícil y en general los libros que le están destinados, porque como se sabe esas primeras edades requieren de particulares atractivos y también de posibilidades de participar que les entusiasme.
Por eso hay que saludar el que ya estén listos para presentarse en la gran fiesta del libro y la lectura cuatro títulos que pueden resultar seductores para las primeras hornadas de lectores: Musiquito, de Lina de feria,  El espantapájaros, de Olga Navarro, Contar hasta Diez, de Reinaldo Álvarez Lemus y Coloreando Caballos, de Emilio L. Arias Borrego.
Musiquito, de la Colección Tesoro, con ilustraciones de Anabel Alfonso y Gabriela Gutiérrez aproxima a una historia sencilla y de fácil comprensión sobre la amistad entre diferentes: un canario trompetista, un niño, una familia y un gato y sus escenarios y peripecias se pueden colorear mientras se van conociendo.
Musiquito, el canario trompetero, no es muy grande, pero sus ojos están llenos de amor, por eso su música brota cálida como los rayos de un sol refulgente, y fresca como la hierba buena.
En Coloreando Caballos no se trata sólo de colorear diversos tipos de caballos ilustrados por el propio autor, sino de conocerlos porque de forma sintética aparece una información útil de donde vienen los caballos, como se denominan cada una de las partes de su cuerpo, las característicos similares y diferentes según  los lugares de surgimiento y el uso que le dan los terrícolas en sus vidas. Pero también incluye a los caballos mitológicos,- centauro. Pegaso, unicornio-, y una lista de jinetes famosos.

PEGASO. Caballo alado de la mitología griega, hijo de Poseidón, dios del mar, y de la divinidad Medusa. Fue domado por Belerofonte, a quien acompañó en sus aventuras contra las amazonas y la Quimera.

Si en Musiquito y Coloreando caballos existe la posibilidad de poner en acción los lápices de colores, en El espantapájaros está la de aprender canciones sin desentonar, porque es una historia que incluye letras y música con las partituras al alcance de los ojos para que padres, maestros o amigos u otros niños que estudian música las puedan echar a volar.
Tengo una casa de cristal
Tilín tilàn tilín tilàn
Y sus paredes suena
Tilín tilàn tilín tilàn
Puedo mirar al cielo
Acostada en mi cama
Y asomarme al paisaje
Sin abrir la ventana
Cuando  la lluvia cae
Tilín tilàn
Siento mil campanillas
Sonando igual
Y cuando el sol calienta
Me hace pensar
Que mi casa es un huevo
Que han puesto a  asar
Tilín tilan tilín tilan
Tilín tilín tilan tilan
Asi suena mi casa de cristal

Pero tanto El espantapájaros como Contar hasta diez tienen un encanto adicional: las muy peculiares, hermosas y artísticas ilustraciones de Raúl Martínez, cuya obra le ha consagrado como uno, si no, el más significativo ilustrador de libros para niños y jóvenes.
Las ilustraciones de contar hasta diez son particularmente imaginativas partiendo de la figura de los números reproducidas con las bondades de plasticidad que ofrece la imagen de un payaso. A ese verdadero regalo visual se añade la gracia y el ingenio de los poemas de Reinaldo Álvarez, multipremiado autor que sabe aprovechar  las posibilidades de la escritura, la música y el teatro para lograr una obra con la que fácilmente se identifican los pequeños.
El uno
El uno se aburre
No sabe que hacer
Nadie lo visita
Ni juega con èl
Y trenza los pies
Soñando algún día
Llegar a ser diez.
Esta pequeña muestra de lo que podrán disfrutar los niños con los libros pensados para que ellos se diviertan y tengan la posibilidad de participar es sòlo una hendija que nos permita avizorar lo que aparecerá cuando se abran las puertas de la cercana Feria Internacional de Libro de La Habana en febrero próxima Habrá mucho más y será avisado.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Tendriamos tanto que hacer para convertir este univeros hermoso que nos ha tocado en un sitio amable. Y podemos hacerlo aunque tantos nos quieran convencer de que estamos condenados a la prehistoria que todavia vivimos. Elementales, primitivos, todavia somos los y las terrìcolas como si continuàramos viviendo en la cueva a pesar de redes electrònicas, telefònos mòviles y viajes siderales, sin enterarnos que el mundo es ancho y nuestro si verdaderamente llegamos a compartir acciones para mejorarlo.Que el 2013 sea un tiempo de propònernoslo para que los parabienes que nos deseamos tengan sentido. Felicidades para los que estàn dispuestos.