martes, 20 de noviembre de 2012

Cambios y confusiones







Vueltas hacia aqui, vueltas hacia allá.  Todo se mueve, pero,  cambia? El mundo parece involucionar a pesar del notable desarrollo ciéntifico técnico. Quién le iba a decir a Sócrates que el mayor conocimiento no está estrictamente relacionado con la virtud. Ni Sócrates ni mi abuela Catuca, que vivió cien años, podrían imaginar que cuando los terrícolas tuvieran tantas cosas buenas a su favor, tantas posibilidades de conocerse mejor, de intercambiar sus experiencias, de mejorar su salud seguirían empeñados en usar la violencia para destruir lo que construyen y lo que levantaron  antiguas civilizaciones. Lo sucesos en oriente medio consternan, el poder de la industria armamentista provoca indignación, la crisis económica para los no ricos.- la mayoría-demuestra la imbecilidad de un sistema que ya no tiene el más mínimo respeto por la existencia humana. Es increible que los ricos, los bancos, los grandes monopolios de fabricación de armas se enriquezcan mientras se reducen las posibilidades de bienestar para una gran parte de la humanidad. Y todavia desde Miami y dentro de Cuba, gentes sin escrúpulos insisten en que esa es la propuesta de desarrollo alegando los defectos e ineficiacias que el socilismo ha padecido a causa del asedio, el ataque constante, la agresión económica y el arduo empeño de intentar otra forma de organizar la sociedad en función de que sus beneficios cubran a todos. Nada más hay que ver la enconada y sucia guerra contra Chavez en Venezuela, Evo en Bolivia, Correo en Ecuador que no hicieron una Revolución con las armas sino con los propios medios de la democracia burguesa. Sobre Cuba cae el mayor peso del acoso. Mira que han cambiado formas, medias, maneras para el trabajo y la producción, mira que han aumentado las posibilidades de aprovechar las leyes económicas universales en función de mejores resultados productivos, pero no parecen suficientes para los que quieren ver a Cuba negándose a si misma, plegada a intereses espurios. Por supuesta que ninguna intención de cambio se verifica de la noche a la mañana, la pruena mejor es la propia historia de los terricolas que como civilización dan vueltas para acá y para allá sin que se logren producir verdaderos cambios, de lo cual tiene que Cuidarse Cuba también ante  las tendencias soterradas, silenciosas, de quienes no apuestan a los cambios y las abiertas que proponen otra Cuba al estilo de Miami. Cuando una lee ciertos analisis de una supuesta izquierda cubana se horroiza por la poca profundidad y seriedad de sus argumentos, en los cuales rencores, frustraciones, o egos desmedidos impiden el discernimiento indispensable para los tiempos que se viven  y lo peor intentan borrar, negar las realizaciones sociales verdaderas en el país, desdeñar lo conseguido para presuntamente partir de cero en sus aspiraciones. Pero ni desde el gobierno, ni desde el partido, ni desde la prensa se libra la batalla que requieren estos días para impedir que la confusión arrastre en su corriente a ingenuos o desconcertados porque es necesario llevar a la gente más y mejores aclaraciones desde lo económico a las ideas que lo sustenta. Hay que darles mucha vueltas al asunto de los cambios para que estos logren transformar en realidad concepciones obsoletas, pero también para que la vieja mentalidad fracturada por la Revolución en el 59 no tenga espacio en las perpectivas del bienestar nacional.