sábado, 12 de diciembre de 2009

La casa en los ojos




Desde los castaños floridos
de la avenue Bosquet
vienen los flamboyanes
de la avenida habanera
Entre las flores blancas
y las hojas que desaparecen
cada invierno parisino
del castaño
y las flores rojas y las
Hojas que regresan a los
flamboyanes cada verano
cruzàronse los sueños
y las nostalgias recíprocas
Se unen en la noche
las corrientes distintas
del Almendares exiguo
y el Sena vigoroso
En la proximidad de las aguas
el eterno revolotear de los gorriones
Y el silencio mismo
que viene de mi pueblo llano
cuando los ciclistas
reposan sus caballos de rueda
y los carretones deshacen el yugo
de los caballos de herraduras
para que sólo se oigan
las escaramuzas del viento
en las palmeras y las ceibas
extiendan su mirada en el parque
Y así va revelándose
otro paisaje menos monótono
en la avenue Bosquet
de flamboyanes y ciclistas
caballos y palmeras
Una geografía desquiciada
que sobresalta el tedio del vecino
y divierte la certeza
de tener la casa definitiva
En los ojos