jueves, 27 de diciembre de 2012

Tendriamos tanto que hacer para convertir este univeros hermoso que nos ha tocado en un sitio amable. Y podemos hacerlo aunque tantos nos quieran convencer de que estamos condenados a la prehistoria que todavia vivimos. Elementales, primitivos, todavia somos los y las terrìcolas como si continuàramos viviendo en la cueva a pesar de redes electrònicas, telefònos mòviles y viajes siderales, sin enterarnos que el mundo es ancho y nuestro si verdaderamente llegamos a compartir acciones para mejorarlo.Que el 2013 sea un tiempo de propònernoslo para que los parabienes que nos deseamos tengan sentido. Felicidades para los que estàn dispuestos.

martes, 20 de noviembre de 2012

Cambios y confusiones







Vueltas hacia aqui, vueltas hacia allá.  Todo se mueve, pero,  cambia? El mundo parece involucionar a pesar del notable desarrollo ciéntifico técnico. Quién le iba a decir a Sócrates que el mayor conocimiento no está estrictamente relacionado con la virtud. Ni Sócrates ni mi abuela Catuca, que vivió cien años, podrían imaginar que cuando los terrícolas tuvieran tantas cosas buenas a su favor, tantas posibilidades de conocerse mejor, de intercambiar sus experiencias, de mejorar su salud seguirían empeñados en usar la violencia para destruir lo que construyen y lo que levantaron  antiguas civilizaciones. Lo sucesos en oriente medio consternan, el poder de la industria armamentista provoca indignación, la crisis económica para los no ricos.- la mayoría-demuestra la imbecilidad de un sistema que ya no tiene el más mínimo respeto por la existencia humana. Es increible que los ricos, los bancos, los grandes monopolios de fabricación de armas se enriquezcan mientras se reducen las posibilidades de bienestar para una gran parte de la humanidad. Y todavia desde Miami y dentro de Cuba, gentes sin escrúpulos insisten en que esa es la propuesta de desarrollo alegando los defectos e ineficiacias que el socilismo ha padecido a causa del asedio, el ataque constante, la agresión económica y el arduo empeño de intentar otra forma de organizar la sociedad en función de que sus beneficios cubran a todos. Nada más hay que ver la enconada y sucia guerra contra Chavez en Venezuela, Evo en Bolivia, Correo en Ecuador que no hicieron una Revolución con las armas sino con los propios medios de la democracia burguesa. Sobre Cuba cae el mayor peso del acoso. Mira que han cambiado formas, medias, maneras para el trabajo y la producción, mira que han aumentado las posibilidades de aprovechar las leyes económicas universales en función de mejores resultados productivos, pero no parecen suficientes para los que quieren ver a Cuba negándose a si misma, plegada a intereses espurios. Por supuesta que ninguna intención de cambio se verifica de la noche a la mañana, la pruena mejor es la propia historia de los terricolas que como civilización dan vueltas para acá y para allá sin que se logren producir verdaderos cambios, de lo cual tiene que Cuidarse Cuba también ante  las tendencias soterradas, silenciosas, de quienes no apuestan a los cambios y las abiertas que proponen otra Cuba al estilo de Miami. Cuando una lee ciertos analisis de una supuesta izquierda cubana se horroiza por la poca profundidad y seriedad de sus argumentos, en los cuales rencores, frustraciones, o egos desmedidos impiden el discernimiento indispensable para los tiempos que se viven  y lo peor intentan borrar, negar las realizaciones sociales verdaderas en el país, desdeñar lo conseguido para presuntamente partir de cero en sus aspiraciones. Pero ni desde el gobierno, ni desde el partido, ni desde la prensa se libra la batalla que requieren estos días para impedir que la confusión arrastre en su corriente a ingenuos o desconcertados porque es necesario llevar a la gente más y mejores aclaraciones desde lo económico a las ideas que lo sustenta. Hay que darles mucha vueltas al asunto de los cambios para que estos logren transformar en realidad concepciones obsoletas, pero también para que la vieja mentalidad fracturada por la Revolución en el 59 no tenga espacio en las perpectivas del bienestar nacional.

jueves, 30 de agosto de 2012

Delirio estival


Duro verano, de calores y dudas húmedas
intenso entre los torbellinos desatados
y el viejo apego a confiar en los amaneceres
confusos ante las locas aspiraciones
empeñadas en destruir los arrecifres protectores
con las inundaciones del retorno
socavadoras, más allá del litoral, en lo profundo
de la ruta y los sueños

lunes, 14 de mayo de 2012

Cambios


No hay que ser perspicaz analista político, ni especialista en economía para percatarse de que el mundo necesita profundos cambios de los cuales no sólo depende el bienestar futuro, sino la sobrevivencia misma de la especie humana a largo plazo.
Los intentos de socialismo, boicoteados desde sus mismos orígenes por los partidarios del capital y el libre mercado, y por la dificultad probada que sufren los terrícolas de trascender los límites estrechos  del bien propio para ampliarlo al bien común,- que también condiciona el particular aunque no se pueda apreciar a simple vista- implotò en el este europeo sin permitirse una reinvención creativa del propósito de justicia social que lo animó y parcialmente consiguió.
Pero la vuelta al capitalismo salvaje de los países ex socialistas europeos ni convirtió al mundo en un mejor lugar de infinitas posibilidades para todos como reza la propaganda de los ideólogos de la libre empresa, ni produjo el enriquecimiento generalizado que los ingenuos ciudadanos esperaban del sésamo ábrete capitalista, sino que ocasionó un mundo unipolar, de base absolutamente feudal donde un gran rey totalitario y tiránico, los Estados Unidos, hace lo que le vienen en gana y las otras presuntas potencias se convierten en sus vasallos y los países pobres en sus siervos de la gleba, dicho en términos sintéticos y sencillos.
Mucho más temprano de lo que se esperaba por los agoreros profetas del fracaso socialista surgieron movimientos en América Latina empeñados en convertir el descontento popular en victoria en las urnas a favor de la justicia social dentro de la propia democracia burguesa, y rápidamente encontraron una oposición feroz de las burguesías nacionales apoyadas por supuesto por Estados Unidos que propiciaron sucesos como el frustrado golpe de estado a Chávez en Venezuela y el efectivo golpe de estado a Celaya en Honduras, por citar sólo dos ejemplos notorios.
Desde la desaparición de la Unión Soviética y el  llamado campo socialista este europeo, China y Viet Nam, en Asia, sin abandonar la aspiración socialista acudieron a la inversión externa, a liberalizar el mercado, a flexibilizar los mecanismos económicos internos para intentar un desarrollo dentro de las crueles reglas del juego que establece  el capitalismo global, en el interés de emularlo en la acumulación de bienes y riquezas que luego podrían tener una distribución menos desigual entre sus numerosas poblaciones, en lo que se podría calificar de una especie de capitalismo controlado por el Partido Comunista.
Cuba, con menos posibilidades de recursos naturales, una isla bajo asedio de un enemigo 200 veces mayor, frecuentada por desastres naturales, se propuso salvar las conquistas del socialismo en los 90, abrió puertas a la inversión extranjera de manera controlada, apostó al turismo, al libre mercado campesino interno y otras modalidades de trabajo por cuenta propia con la mesura a que obliga tener en contra un capital cubano en el exilio dispuesto, con la ayuda de la política estadounidense contra Cuba, a zamparse el país tan pronto tengan una oportunidad, lo cual no niega, para no ser absoluta, que existan cubanos con capital en el exilio sin tan siniestras pretensiones.
Pero esos cambios obligados por las circunstancias tuvieron más en cuenta los factores exteriores que los interiores en la urgencia de obtener financiamiento rápido para la elemental sobrevivencia del país. Luego, el triunfo de Chávez,  la creación del Alba, la configuración de un panorama más beneficioso en América Latina contribuyeron a aliviar ciertas tensiones pero siguieron relegadas las fuerzas productivas del país que podían tener un mayor protagonismo en darle un vuelco a la producción de bienes para el consumo imprescindible- y la exportación incluso- a partir de tomar en cuenta en puridad de términos a los productores de los diversos recursos para el bien común..
Ahora se hacen esfuerzos, se ensayan diversas fórmulas para reactivar la economía, vuelven aproducirse aciertos y errores como ocurre en cualquier empeño, pero no se hace suficiente énfasis en la produción coooperativa, ni en buscar maneras de que la histórica concepción del poder vertical se vaya transformando en poder horizontal, lo que equivale a hacer responsables en verdad a los ciudadanos, con la participación en la toma de decisiones y en la solución de los problemas existentes desde los microuniversos productivos o de servicios a los macreo. Ese es el cambio sobre el que más se debería insistir, a sabiendas que incluye transformar la mentalidad de los que dirigen y los que debn aprender a autodirigirse. Es algo que ningún sistema de organización de los terrícolas ha conseguido, porque también es más cómodo seguir lo que dicen otros que asumir la parte que toca a cada cual y después culpar a los que decidieron por lo que no salió bien.
El mundo está obligado a cambiar o seguirán los retrocesos que se observan hoy y amenzan a la existencia de la especie, pero Cuba tiene condiciones y posibilidades de proponerse cambios que establezcan otra dinámica diferente a las prácticadas y que ya han demostrado su ineficacia en el capitalismo y en los intentos de socialismo. Y habrá que seguir profundizando en el asunto.

martes, 24 de abril de 2012

Camino a Magarabomba

EXPLORACIÓN O INVOLUCRAMIENTO
CON EL SUJETO DE ESTUDIO
(Fragmento La posible eternidad de Catuca)

Soy Tito. No, no se asuste. Catuca avisò a Mamanantuabo que esperaba una visita  importante  de La Habana y que todo el que pasara por el crucero, si veía a una mujer con tipo de gente extraña, preguntara y si era la visitante esperada, la auxiliáramos. Imagínese, Catuca para nosotros es la prenda mas preciada, así que seré  yo el que obtenga el premio.
¡Bendita Catuca¡, pensé y aliviada de todos los temores monté  en la moto de Tito. No tenìa memoria  del tiempo que había transcurrido desde mi última noche plena, porque aunque los apagones en La Habana no habían disminuido, nunca volví a subir a la azotea. Sin Pancho Miguel no tenìa sentido. Por otra parte, la carencia de transporte había impedido mis excursiones a la finca de los Mir Odoun en Punta Brava. Pero me estremecí como si estuviera a punto de un orgasmo mirando aquel reguero de estrellas en el cielo, sin competidores, porque la luz de la moto de Tito apenas alcanzaba para sortear los baches, mientras gritaba y gesticulaba contándome las cosas de la Doña, el escándalo reciente de su cumpleaños, para el cual presentó un espectáculo de cabaret, con unas mujeres pintarrajeadas que después se pudo saber no eran tales mujeres sino amigos de uno de sus parientes, que anda en sentido contrario, ¿usted me comprende?.
 Reí a carcajadas para susto de Princesa que se había dormido de pura fatiga, imaginando el revuelo pero sorprendida por el atrevimiento de Catuca. La fascinación por el cabaret era uno de los tantos misterios que rodeaba su vida,  pues nadie había podido dilucidar como persona tan ponderada y decente, aunque muy enérgica, aseguraba Tito, podía admirar y codearse con un ambiente que nada tenia en común con su larga vida de estudiosa, sus afanes literarios y su vocación de promotora cultura. En la comarca, desde tiempos remotos, se comentaba que esa era una influencia perversa de París, ciudad que la había fascinado desde su infancia, y, como a su bisabuelo, le había reblandecido la mollera, la hipófisis y el hipotálamo, porque Catuca, con toda su apariencia de adustez y seriedad nunca había vivido como una persona de esas que llaman normal..
 Pero a pesar de su pasión por el cabaret hasta ahora no se le había ocurrido invitar a la tertulia inaugurada por el bisabuelo Narciso Jacinto ninguna figura de ese escenario, de ahí que esa intención justo con la entrada del nuevo milenio y con su centenario, podía ser una influencia perversa del programa televisivo De la gran escena que a Catuca le encantaba, pero de todos modos despertó sospechas en la familia en lo relativo a que en su cabeza se estuvieran produciendo los primeros síntomas de incapacidad para las diferenciaciones, al punto de haberle enviado una invitación muy gentil a Juana Bacallao,  lo cual, de saberlo Rufo Caballero, pensé yo, uno de los pocos críticos sobreviviente del vendaval de los años 90, habría sido llamado como un acto de asunción de la postmodernidad, palabrita que según Catuca, informada por su biznieta María Candela, de las mas novísimas valoraciones filosóficas de la época, no era mas que un travestismo de la decadencia de una especie ignorante todavía de sus verdaderas posibilidades y limitaciones, concepto que  me precisó cuando ya se habían iniciado nuestro perenne diálogo.
Su biznieta María Candela había aportado otro enigma a la entrada del tercer milenio de la era cristiana, según incluía Tito en su prolija información que a falta de grabadora, yo trataba de retener en mi memoria. A pesar de la complicidad que siempre había existido entre ambas no le había comentado nada sobre aquel asunto que tanto diò que hablar, insistía mi narrador particular con picardía.. En realidad, aunque Catuca había apoyado a María Candela en su maternidad en solitario, se decía que ni la mismísima Catuca sabia cómo se habìa originado aquel bulto,  aunque  nada preguntó en la comprensión de que María Candela guardaba el secreto por alguna razón muy poderoso y todavía a mi llegada el secreto se mantenía.

miércoles, 18 de abril de 2012

Amanda espera respuesta


 (Fragmento)
Mamá, y tú, ¿por qué te fuiste?


Sabía que esa pregunta llegaría un día sin avisar.  De pronto.  Como un rayo que estalla en medio de una tarde despejada.  Me he preparado durante muchos años para la respuesta.  Hay tantas cosas que no sé.  Tantos amores que murieron por causas desconocidas.  Tantos amigos que se diluyeron en los avatares del tiempo.  Tantos sueños suicidados sin motivo aparente.

Como literatura evasiva está bien, mamá, pero yo necesito saber por qué estoy aquí, por qué salimos en aquel barquito con Ramón, a quien yo nunca había visto, por qué no nos despedimos de papá, por qué tu nombre es otro aquí, y el mío también.  Y, sobre todo, por qué no quieres ir ni de visita, cuando han pasado diez años.

Me quería morir, Dios.  Como ahora que la historia vuelve a desatarse y no hay cómo amarrarla y hundirla.  Desaparecerla.  No hay modo de borrarla.  De decir no ocurrió.  Fue una pesadilla.  El pasado es el perseguidor más implacable.  Son años y años atajándolo.  Con el sobresalto a duras penas contenido.  Un día puede llegar alguien conocido y contarlo todo.  Viene tanta gente de allá.  Y Amanda enterarse y preguntar.  Años y años escondida gracias a la confusión que se armó en el puerto del Mariel.  Gracias a la tolerancia de este país con todo el que llegue y afirme que no podía seguir viviendo sin libertad y democracia.  Con todo el que llegue de allá, claro está.  Lo cambié todo y casi lo olvidé todo. Menos a Susana y a Roberto. Por motivos muy diferentes. Pero ¿puedo explicarle a Amanda lo que yo misma no sé explicarme? ¿Puede entenderlo una adolescente?  Mejor decirle que no me sentía bien allá.  Como profesora de literatura no podía enseñarle a mis alumnos las obras de los escritores que habían abandonado el país.  Existe una obra importante fuera de Cuba.  Los que diseñan la política nunca entendieron que el arte vive de problematizar la realidad y a la vez es una interpretación particular,  la del individuo que escribe, pinta o hace música.  Sí, no me gustaba aquello.  No podía realizarme como deseaba.  Adoraba dar clases.  Palpar en las expresiones de mis alumnos el asombro ante el descubrimiento de una obra, un autor.  Sentir cómo les entraba el hambre por buscar y leer.  Tuve problemas con la jefa de cátedra.  Tan envidiosa.  ¿Por qué las mujeres tendremos ese sentido ridículo de competencia y subestimación entre nosotras mismas?  Es lo que nos enseñó la civilización del culto al falo.   Tuve problemas.  Me sentí molesta.  Limitada.  Era absurdo prohibir.  Es mejor enseñar a analizar.  Prohibir a ultranza es provocar la búsqueda de lo prohibido.  Y los jóvenes necesitan desafiarlo todo, cuestionarlo todo, como estás haciendo ahora conmigo, Amanda.  Sí, fue eso, no me gustaba la perspectiva.

Pues yo te recuerdo muy contenta, mamá.  Y diciendo que había que luchar, que ninguna sociedad es perfecta.  Y cuando yo me quejaba de la maestra porque decía haiga, tú me explicabas que eran necesarios muchos, pero muchos maestros para dar clase a millones de niños y no había tiempo de prepararlos a todos bien.  Tú tenías explicaciones para todo, cómo es que no puedes explicarme ahora por qué llegué de la escuela un día y salimos corriendo para Mariel, y le gritaste a Ramón y nos fuimos.

La confusión reinaba en el puerto del Mariel.  Y yo miré a aquel hombre en el yate y le grité desde las entrañas:  aquí estoy, soy yo, Carmen Galindo y tu hija.  El hombre desconocido me secundó.  Amanda miraba con ojos aterrorizados, sin poder entender nada, mientras yo la apretaba contra mí como si temiera que la iban a quitar.  Era lo único que quería preservar.  Mi único equipaje.  Fue un golpe de suerte, sí.  Sí, sí, la suerte existe.  Es un hada intempestiva y escurridiza, pero aparece y te salva cuando menos puedes imaginarlo.  Ramón me acogió en su embarcación.  Dijo que sintió tal desesperación en mi grito que no pudo negarse.  No todos son hijosdeputa en Miami como piensan algunos.  Hay mucha gente buena aquí, como allá.  Rehenes de la obstinación y del oportunismo de los que hacen negocio con el drama.  Ramón ya estaba establecido.  Vino desde niño.  No es rico, pero aprendió a buscarse la vida.  No tiene odios.  Goza cuando el equipo de pelota cubano le gana al de Estados Unidos y no se oculta para decir que el Tipo es un cojonú.  Tiene gran curiosidad.  Quiere ir a Cuba y Amanda quiere que vayamos todos.  Pasaron diez años.  Pero yo no puedo volver.  Y si me encuentro con Susana o con Roberto.  O con cualquier otro de los conocidos.  Si Ramón y Amanda supieran la verdad me despreciarían.  De eso huí.  Del desprecio.  El desprecio en los ojos de Roberto.  El desprecio en los ojos de los vecinos.  El asco, Dios.  Ver en los ojos de los otros que te miran como a una cucaracha.  No lo aguanté.  Roberto no tuvo piedad.  Por más que le supliqué, que me arrastré a sus pies llorando:  cállate, por favor, cállate, yo te explico.  El escándalo.  Gritaba los adjetivos más soeces.  Puerca, asquerosa, pastelera de mierda. ¿ Cómo me has hecho esto?.  No me callo.  Lo gritaré a todo el mundo.  Ahora mismo iré a la Universidad.  Tú no tienes moral para enseñar a nadie, ni para criar a nuestra hija.  Y salió diciéndolo a todo el mundo.  A cada vecino que se encontraba.  Loco.  Completamente loco.  Susana no sabía qué hacer.  Yo pensaba en Amanda y rogaba una oración con su nombre.  Que Amanda no lo sepa, que Amanda no lo sepa.  Y la suerte vino en mi ayuda.  Amanda que llega porque la maestra estaba enferma y no había clases.  La tomé de la mano y salí para Mariel.

          

lunes, 26 de marzo de 2012

Isadora cumple años


 Alabanza
 para la niña que sigue siendo María Isadora

Como Jesús creo
              en lo pequeño
la diminuta flor silvestre
las hormigas
los botones que abren y cierran
                                   la camisa
los ojos de las aves
el tornillo que afirma
el panecillo breve
                             que no engorda
el imperceptible retoño
                                    del amor
y tus manitas, hija
Tus tiernas manos
con la primera caricia
 de reconocerme madre