domingo, 4 de abril de 2010

Arte poética




Ahora sé lo que tengo de artista
la angustia
la rebeldía ante la tarea arbitraria
de la muerte
mientras busco
desde mi humilde rincón sideral
las preguntas correctas
ya me cansé de las respuestas
al menos
las que ofrecen los monjes
cuando el mundo es una catedral
con todos los iconos desechos
y mi mejor enemiga anda
redondeando la paradoja en el oriente.

Ya no me duele que la “chusma diligente”
impida el viaje a las columnas del tiempo
ahora sé lo que tengo de artista
y el descubrimiento trasciende
la sórdida envidia de los fracasados
puedo, desde mi balcón asomarme al
universo
y perdonar a los pequeños animales
pretenciosos
mientras la inmortalidad ríe en una partícula
de polvo.