sábado, 18 de diciembre de 2010

La bacanal de la tristeza


No es quiera escribir
                                   y me salga espuma
                                                                como aquel
es que descubro la tristeza
polizonte perenne en este viaje
                                            a la redonda
donde parecen hechas todas las preguntas
ante un ordenador de alternativa única
quién va a ser
                        a la hora
                                      de  los muros invisibles
huérfanos del antaño privilegio
                                       de la franqueza
a tientas entre el precio
desorientados en el mercado vasto
de versos y zapatos
                                igualmente pop
no es que quiera escribir
la oda al pesimismo
como confundirán los ortodoxos
                                         voluntaristas
no es que quiera disentir
de la confianza emergente
es el espanto
porque los perros en París
                                     ni ladran
el lago de Ginebra está manchado
y las putas, muñecas postmodernas
se venden en vidrieras
                                   en Amsterdam
cuando la guerra en cualquier parte
                                   dejó de ser noticia
ante tanta muerte televisiva
                                          televisable
                                                            teledirigida
en un menú que incluye
                                     sexo virtual

                                 

como civilizado antídoto
                                      contra el SIDA
y todavía hablan por ahi
                                 de libertad poética
No es que quiera escribir
                                      el poema morado
                                                                 de la duda
levantar sospecha en las tribunas
es el derecho al grito
la concurrencia de todas
                                     las preguntas
                                                         desde la bacanal de la tristeza

sábado, 4 de diciembre de 2010

Arte y montaña en Escambray



Cada viaje por el país supone un recorrido por su historia y el macizo central, al sur de la isla tiene una particular que va emergiendo desde el mismo momento en que los artistas participantes en la VI Bienal de montaña suben a los camiones que desde Cumanayagua los llevarían a la Sierrita, Conjunto Artístico Escambray,  Cuatro Vientos, los sitios  de establecerse por unos días  para desde ellos subir o bajara desgranando arte  entre los pobladores del lomerío,  práctica estrenada  a partir de enero de 1959 con el interés de hacer llegar expresiones artísticas a los màs remotos puntos de la geografía nacional.
El  municipio de Cumanayagua realiza un gran esfuerzo para que su exiguo y maltrecho parque de transporte serrano conduzca a la brigada, con un chofer, cuya experiencia compensa el deterioro de las gomas y ciertas partes del camino afectadas por lluvia, que esperan el remozamiento de otros tramos. Es una aventura subir en la noche, sobre todo para los que vienen de la capital y están distantes en sus vidas cotidianas de este paisaje de contrastes que entre las sombras revela  la luna llena.
La urbanización sorprende a los no avisados desde que se muestran las luces de La Sierrita, una pequeña ciudad en las laderas. Luego todo el camino està matizado de girasoles silvestres, edificios, escuelas, focos de luces eléctricas que como estrellas terrenas en la distancia compiten con las del cielo. La llegada a Cuatro Vientos, a 750 metros de altura, considerada la capital de esta parte de la serranía completa el asombro que volverá a sobresaltarse en el primer recorrido mañanero. Banco, correo, teléfono, sala de video, cafetería, un pequeño hotel, mèdico, ambulancia, tienda surtida, un internado escolar, farmacia, consultorio estomatològico. La librería està temporalmente cerrada.  Las ventajas de la ciudad en medio de un paisaje hermoso y un aìre no contaminado.
Juana Manzano, que a diferencia de otros pobladores, creció en estos parajes, ha sido testigo de ese vuelco en la vida de las gentes durante los últimos 50 años, luego de aquella década de la denominada Lucha contra bandidos que signó  la región con tiroteos, emboscadas, muertes heroicas de combatientes revolucionarios, asesinatos viles de alfabetizadores  y campesinos y el éxodo involuntario de miles de lugareños que fueron trasladados a Pinar del Río, en el extremo occidental y se llevaron con ellos costumbres, tradiciones, hábitos de vida serrana sobre los que los artistas indagan para poner a tono sus interpretaciones con  referentes del público que las disfrutarán.
Las escuelas parecen ser el mejor escenario, pues los habitantes de las comunidades están enfrascados en las labores del café, que ahora se paga mejor. Quizás esa ligera bonanza para trabajo arduo ha propiciado la adquisición de los DVD, lo cual supone el visionaje de materiales no siempre culturalmente edificantes y menos interés por lo que fue novedosa sala de video. Tal vez ese suceso de modernidad tecnológica esté también relacionado con la baja adquisiòn de libros que ha provocado un análisis económico del funcionamiento de la librería, pero como en cualquier parte del mundo el audiovisual es el lenguaje de la época.
Por acá estamos acostumbrados a que vengan brigadas de artistas, señala Juana Manzano, quien durante largo tiempo fue Delegada del Poder Popular. Una columna central de la cafetería pintada por la muy reconocida Zaida del Río lo atestigua y la relación fraterna con el Grupo de Teatro Los Elementos que, desde su comunidad cultural El Jobero Verde no sòlo ha auspiciado la Bienal de Montaña, sino que cada año hace incursiones por aquellas cumbres y bajadas donde también realiza funciones el Conjunto Artístico Escambray, parte del Plan Turquino de atención a las zonas montañosas del país; y otras agrupaciones artísticas.
Sin embargo, los serranos como el café maduro siguen goteando hacia abajo, hacia el llano. Es el transporte que escasea, comenta Juana y las preocupaciones por los ajustes. Desmontaron el hospital de Crucecitas, se dice que van a desaparecer consultorios médicos, la escuela de Aguacate ya no existe porque sòlo tenìa 5 alumnos que ahora están en el concentrado y en el llano, donde hay hospitales y policlínicos, las distancias son diferentes pero acá cuando los caminos se emperran con la lluvia, subir  cuatro kilómetros desde Aguacate con un dolor o una herida es asunto serio.
Del “emperramiento” de los caminos conocerían los artistas en la bajada a Charco Azul  luego de la presentación en el internado de Cuatro vientos del recital cuentero para niños y adolescentes de Estudio Teatral La chiche, un joven colectivo de Provincia Habana que con actores, muñecos, un payaso, incluso un zanquero, conforma un espectáculo funcional, con narraciones diversas y útiles por los valores que propugnan y que logra interactuar con efectividad con  los espectadores alumnos del centro.
En la noche se improvisa un espectáculo en la cafetería, en horario posterior a la intocable telenovela, donde el performance de Mikel, con colaboración del Estudio Teatral sobre la captura y venganza de un negro esclavo cimarrón logra captar la atención de los jóvenes que han acudido desafiando el frìo y la llovizna elementos constantes desde la llegada.
En la mañana, avanzando hacia Charco azul, es preciso abandonar el transporte y seguir a pie hasta la comunidad mientras los turistas que se dirigen a la famosa poza del lugar, en impresionantes camiones ante los cuales no hay caminos que se resistan, contemplan el espectáculo de los artistas con sus bártulos chapoteando fango, pero dispuestos a no dejarse vencer por el contratiempo que es habitual para los pobladores pues hace tiempo tienen que subir los 6 u 8 kilómetros hasta Cuatro viento ante la ausencia total de medios de transporte.
En la escuelita de Charco azul los niños vuelven a ser un público agradecido. Son unos quince que disfrutan de televisor, computadora, y otros medios educacionales para su formación y cuentan con una joven médica que también contribuye con el entretenimiento. Los cuenteros del Estudio Teatral  lamentan no poder ser camino hasta Cien rosas, El nicho, Aguacate que eran otros puntos en el programa, porque la lluvia ha continuado poniendo impedimentos. Pero podrán ir hasta Mayarì en la noche aprovechando el tramo de carretera pavimentada con la Hija del agua, un espectáculo estructurado mediante poemas que lamentablemente no satisface a los jóvenes estudiantes porque esperaban ritmo de reggueton, como hubiera podido ocurrir en cualquier centro estudiantil de la isla.
Otros artistas y grupos se presentan en otros sitios: Uri, de la Cruzada teatral de Guantánamo con su unipersonal La luna nueva, Eduardo Almirante con su Homenaje a Chaplin, los colectivos de Elementos y Adoquines, el grupo musical del Conjunto artístico, Teatro Cimarrón. Hay una “movida” cultural, sin dudas, por el municipio montañoso de Cumanayagua, cuyos contratiempos hacen pensar en nuevos enfoques condicionados por las realidades, los modos de vida, intereses  de los montañeses por eso en el coloquio que resume el noble empeño, en el homenaje a Sergio Corrieri, el crítico y director de la Revista
Tablas, Omar Valiño, recordó las investigaciones que precedían a los montajes teatrales del Grupo Escambray, a la validez de esos métodos si no se copian mecánicamente y se asume con rigor los aspectos artísticos, en tanto el crítico Fernando León Jacomino se refería a la importancia del teatro callejero como el que inspiró al de relaciones en Santiago de Cuba y Oriol González, el director de Elementos llamaba a concentrar las múltiples acciones a favor de la cultura en la montaña por una anual màs contundente y abarcadora.
La gran ventaja como señaló Julián, el presidente del Consejo de Artes Escénicas del Ministerio de Cultura es la disposición de muchos artistas de participar en estas aventuras culturales por ese principio quijotesco de amor al arte que tienen lo creadores a pesar de ciertas tendencias economicistas que muestran su oreja peluda cada vez con menos recato y pueden ser tan dañinas como el paternalismo al que hoy se juzga culpable de todos los problemas.
La VI Bienal de Montaña en el macizo  del centro sur de la isla fue en esencia muy útil porque propició reflexionar sobre arte y sociedad,  revalidó la necesidad del teatro como expresión de los intereses populares y ratificó que a mayor complejidad de los problemas sociales el arte tendrá mayores desafíos que enfrentar si quiere mover el alma de las gentes.
 Foto de Elio Miranda.