Alabanza
para la niña que sigue siendo María Isadora
Como Jesús creo
en lo pequeño
la diminuta flor silvestre
las hormigas
los botones que abren y cierran
la camisa
los ojos de las aves
el tornillo que afirma
el panecillo breve
que no engorda
el imperceptible retoño
del amor
y tus manitas, hija
Tus tiernas manos
con la primera caricia
de reconocerme madre
1 comentario:
Maravilloso
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