martes, 30 de septiembre de 2008



MAESTRA VIDA
Lo que mejor que tiene la vida es que siempre sigue, que no se detiene, que se impone a todas las contrariedades, que puja con la muerte y las crisis que son los anticipos de los renaceres. Pasa un huracán devastador y a los pocos días vuelven a surgir las alegres flores de romerillo por las rendijas de la tierra removida por la furia de las aguas y los vientos. A pesar de las guerras, las penurias, las carencias, a pesar de que el planeta parece un sitio enfermo porque lo liderean las ambiciones màs perniciosas, siempre hay gentes que encuentran ánimo para gozar del amor y prodigar bondad de la misma manera que la rama caída vuelve a crecer o la semilla echada a volar por el aìre prende en la grieta fabricada por el tiempo en un viejo muro. El renuevo, constante y silencioso, impone su audacia aunque no lo sepamos reconocer demasiado apegados a nuestra propia incapacidad de descubrir la maravilla de esa magistral manera que tiene la vida de retoñar con nuevos bríos luego de los mayores estremecimientos, celebrándose porque existe, invitándonos al infinito baile sideral del que formamos parte como partículas cósmicas eternas en el torrente de todo lo que fluye, que siempre fluye aunque parezca por momentos detenido, tal como lo decreto Heràclito mirando el correr delas aguas en Efeso.

1 comentario:

Elsie Carbó dijo...

Me ha gustado ese comentario, es para los que solo ven las manchas del sol y se la pasan buscándole los defectos a las cosas.

Felicidades candelita.