Israel ha decidido competir con Hitler.
Sin piedad masacra a niños.
Usa cañones contra palomas.
Siembra dolor y muerte. Priva a los niños y jóvenes de Gaza con bombardeos y cañonazos indiscriminados del sagrado derecho a vivir.
Ha hecho de Gaza un campo de concentración al estilo hitleriano mientras las grandes potencias se limitan a lamentarse y no ponen freno a la barbarie. Nadie debe dormir tranquilo mientras en el mundo ocurren atrocidades como la que se perpetra contra la población civil palestina.
Guardar silencio, mostrar indiferencia, justificarse aludiendo un conflicto ajeno, es ser cómplice. Si no frenamos entre todos a esos jinetes voluntarios de la Apocalipsis, un dìa podrían ser tus hijos en cualquier punto del planeta los que perezcan.
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