jueves, 1 de enero de 2009

GRATITUD





Buen aniversario
A pesar de los pesares, la Revolución Cubana cumplió 50 años de existencia. Sus realizaciones esenciales han ganado la partida a los errores, ineficiencias y defectos de sus hacedores, terrícolas empeñados en la ardua tarea del dominio del fuego en función del mejoramiento humano, llama que dejó encendida el noble y apasionado Martì y cuando parecía extinguida volvió a flamear en las manos de Fidel Castro, otro rebelde apasionado con el maravilloso defecto de no cansarse de luchar hasta con la propia muerte, que no lo vencerá porque no podrá borrar su huella en el Siglo XX, ni en la gratitud de un pueblo que lo engrandeció apoyándolo a pesar de los peores vaticinios, porque sabe que Cuba se convirtió en la esperanza de todos los desposeídos del mundo gracias a su certeza de que podíamos aún con lo que parecía imposible: la fuerza del màs poderoso. Sòlo los miopes o los canijos pueden pretender negar esa verdad, aunque los revolucionarios sabemos que Cuba no es el paraíso que quisiéramos, ni el infierno que describen los que no entienden los riesgos de una utopía que navega a contracorriente en un mundo atenazado por males que impiden la felicidad posible sobre la Tierra. Han sido duros estos 50 años pero mejores que todos los anteriores de la nación cubana y de lo vivido por la mayoría pobre del mundo. Son muchas las cosas que requieren ser transformadas según las propias aspiraciones populares, pero a pesar de esos pesares, agradezco que mi vida sea parte de estos cincuenta años con la fe de que en los por venir se cumpla esa aspiración de Fray Beto que comparto: Que el socialismo sea el nombre político del amor. Buen aniversario Revolución.

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