El desastre de la civilización
sòlo tiene remedio en tu sexo
que yo transito
como el ùltimo viaje posible
a las catacumbas olvidadas
de la dicha
Tu sexo que tienta e intimida
como los torrentes majestuosos
me salva del pesimismo reciente
ante la callada Apocalipsis
de los vuelos dislocados
y tantos sueños rotos
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