martes, 25 de noviembre de 2008

Las horas










Las horas pierden sus fauces
De tiranas,
En este patio trinitario
Todo es sereno
Entre la albahaca y el orégano
El borde alegre de la parra
En el muro
Mediterráneo el aire del Caribe
Acalla el zumbido perenne
De la pena injusta
Devuelta en el ardid
Circunstancial de la censura
Desde este patio trinitario
Es dulce el viaje...
Aquel ùltimo patio del batey
De crisantemos y rosas blancas
En la sirena del central las horas
Y las valijas cocidas en secreto
Para partir al fin con el dolor
Guía obligado en los itinerarios
La capital convertida en estación
Para llegara a Samarcanda, Bakú, Beijín
Islamabad, Moscù. New York, Paris
Las alas volanderas desplegadas
Sobre el misterio del camino
Nada se sabe al fin
No hay brújulas
Solo las aprendidas en las interrogantes
Aquellas primigenias en la aldea
Llegadas al patio trinitario con ventajas
Las horas perdieron sus fauces tiranas

1 comentario:

Lázaro Buría dijo...

Gracias por tus horas, querida Aldeana Tropical.

LB