miércoles, 11 de enero de 2012

Esperando la Feria

Febrero se acerca y con su llegada la XXI Feria del Libro de La Habana con muchas razones para la contentura. Vienen los amigos de la Editorial La Discreta, el cantautor José María Alfaya, la querida Awilda que es la responsable máxima de que mi novelita Las dudasdel fuego figure ahora en el catálogo de La discreta y de queAlfaya haya musicalziado unos textos mios con pretensiones poéticas.Me alegro tanto, no sólo porque un libro pulicado es otro hijo que nace, sino porque todo eso es fruto del entramado de la solidaridad, del entendimiento, del cariño, de la complicidad posible entre los terrícolas cuando tienen voluntad de hacerlo.Y es muy gratificante que en este mundo que parece enloquecido por amenzas de guerras y crisis una pueda encontrarse personas empeñadas en hacer lo hermoso, lo enaltecedor que nos acerca. La puertoriqueña Awilda Palau es maestra en esas lides, Gracias a ella publiqué mi primer libro: Documentos de la otra y gracias a ella me vinculé con estos locos magnificos de La discreta que están haciendo un trabajo a favor de la literatura hispanocaribeña. Cuento los días para el encuentro con toda esa gente que viene también por amor a Cuba, a sus afanes y sus empeños como la Feria Internacional del Libro que se ha convertido en una cita sagrada a favor del culto a la letra impresa. Vienen amigos de muchas partes del mundo y de las provincias y los municipios y también tengo que agradecer a Eldys Baratute por haber escogido un cuento mio para su libro Vuelve a cantar la cigarra, en homenaje al cuentero mayor Onelio Jorge Cardoso, y a Magaly Ochoa que también me tomó en cuenta para el suyo Las cuenta cuento y a Nelson Simón que tuvo presente dos narraciones de mi autoría para su libros de historias de amor para niños y jóvenes. Son muchos motivos de alegría. Pueden entender entonces mi ansiedad esperando la FERIA.

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